Evo el boliviano

Es que no damos una semana a derechas. Bueno, afinemos el verbo. Cuando se dice a derechas no debe significar que lo que hace la derecha esté bien ( por favooooooor ) , en comparación a la izquierda. Imagino que un buen teórico del lenguaje demostrará que se trata sólo de una expresión coloquial, de que algo se haga del mejor modo posible.

Nada que ver con la política. Espero.

Pero es que cuando aquí , en nuestra tierra , el partido de izquierda mayoritario, el PSOE va demostrando día a día que las cosas se pueden hacer sin radicalismos, con tranquilidad y buenos alimentos, reaparece una nueva izquierda , radical si se quiere, que hace cosas como las que se hicieron en las épocas más duras de la historia de España .

El presidente Morales, el boliviano , va el hombre y nacionaliza los pozos de petróleo y las bolsas de gas que tiene su país. Y ahora nosotros, desde la distancia , y desde la indolencia si se me permite, decidimos si está bien o mal.

Podremos considerarlo mejor o peor, pero decidamos antes para quién ; es mejor para el boliviano, es peor para una empresa española. Bueno, habrá diferentes opiniones. Lo que sí está claro es que el hombre ( el señor Morales ) avisó con tiempo. Se tiró toda la campaña electoral avisando, llegó a la jefatura del estado y mantuvo su promesa; meses después la cumplió.

Posiblemente le hayan pedido que no lo haga, pero ha hecho lo que avisó repetidamente. Se debe a su pueblo y no a compromisos con empresa ajena o gobierno alguno que no sea el suyo. A nosotros nos gustará menos o más, pero el hombre no ha engañado a nadie. Avisó a Repsol, avisó al BBVA . Posiblemente las empresas no reaccionaron con agilidad y no se plegaron velas , hasta provocar que el buen hombre cumpliera su promesa. Bueno, pues si las empresas no se han tambaleado un milímetro tampoco vamos nosotros a rasgarnos las vestiduras por ellas, que tampoco el BBVA nos da de comer, oye. La repercusión de sus valores en la Bolsa ha sido nula.

Por lo tanto no hay que echar lágrimas antes de tiempo. Si queremos tomárnoslo por la tremenda podemos recurrir a lo moral, al nacionalismo español, a eso de que: “ tocan a mi Repsol y me tocan a mi padre……, cagontó !!!! . Bueno, tampoco creo que merezca la pena. Las empresas españolas están allí mucho tiempo, ganando dinero por supuesto y si las echan no se van a resentir mucho. De todas formas sólo se les pide que se lleven menos de Bolivia, que al fin y al cabo, el petróleo y el gas es de los bolivianos. Que no lo han disfrutado, leche.

Los bolivianos, como gran parte de los centro y suramericanos, no dejan aún de ser ciudadanos de tercera ( en lo económico ) , que llevan más de 500 años siendo humillados por casi todos los que han tenido por encima, empezando por los colonizadores (españoles , por cierto ) y continuando por decenas de dictadores , incluso gobernantes elegidos, que han robado tanto que ya no les cabe en casa.

Este Evo, puede ser la esperanza, o puede ser el próximo en robar. Todo puede ser.
Pero una oportunidad había que darle al muchacho, vamos digo yo.

Que los indígenas recuperen su tierra no debiera alarmarnos. Nosotros, al fin y al cabo, somos los indígenas de España.

Al menos que sirva para mantener viva la sensación de que la izquierda aún vive y late …….. en América.

De todas formas, sin salir de aquí ya tenemos bastante con cuidarnos de los vendedores de sellos, como para echarnos a llorar por una de las empresas más ricas de España.

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