“Cáritas tiene la vocación de ayudar a los que más lo necesitan”

Lázaro Caballero Fernández, es director de Cáritas Interparroquial de Lorca desde hace 6 años.
No formaba parte ni siquiera de la Junta Directiva de este organismo cuando la anterior directora tuvo que dimitir por problemas de salud. Sin embargo, cuando el por entonces Vicario, José Antonio Abellán, lo llamó para proponerle el cargo, Caballero, haciendo honor a su apellido, no tuvo ningún reparo en asumir el puesto, ya que, según sus palabras: “El tema social siempre había sido algo que había estado ahí”. Y desde entonces, este docente de Ciencias en el “IES Príncipe de Asturias” de Lorca, enseña y ayuda a tiempo completo.

Pregunta.-Sabemos que otras sedes de Cáritas de la Región están prácticamente desbordadas por la actual situación, ¿Cómo se encuentra Lorca?
Respuesta.-Lorca está igual que el resto de las sedes, desgraciadamente, pero con el tema del terremoto incluso peor. Al conjunto de familias a las que se les ayudaba por su estado de precariedad hay que sumarles todas esas personas que, de modo repentino, perdieron sus casas y su trabajo con los seísmos del 11M.
El terremoto de Lorca no ha derribado solamente edificios, ha causado una serie de daños colaterales enormes y de muy variada índole.
Ahora mismo estamos completamente desbordados, nuestras aulas de trabajo están al máximo. Ayer, sin ir más lejos, entré en el Economato “MAMBRÉ” y estuve trabajando 4 horas sin parar, y al igual que yo las 12 personas que ayudan allí todos los días.
Es un ritmo frenético, que subió de golpe y no ha parado. Ahora mismo estamos atendiendo a un total de 800 familias, entre el terremoto y la crisis.

P.-Hasta hace unos años Cáritas tenía un banco de alimentos y prestaba ayudas, pero de modo más concreto, quizás a inmigrantes y escasas personas necesitadas, pero la desgracia ha sido la incorporación de la llamada hasta ahora “clase media”.
R.-En 2009 empezamos a trabajar con el banco de alimentos realmente, porque en 2008 teníamos una nevera y una estantería en la oficina, repletos de cosas básicas, por si llegaba alguna familia, de las 15 que atendíamos, a pedir algo esporádicamente.
Pero desde 2009 la cifra fue creciendo y tuvimos que ponernos en contacto con la Concejalía de Asuntos Sociales para llevar a cabo una estrategia conjunta y así fue como empezamos con el banco de alimentos. Y desde entonces han pasado casi 3 años y la diferencia es de un 800% de incremento en ayudas a las familias.

P.-¿Y cómo se abastece Cáritas para tanto trabajo?
R.-Ahora mismo tenemos varias vías de abastecimiento, por ejemplo, el Economato “MAMBRÉ”, en él se abastecen alrededor de unas 200 familias damnificadas por el terremoto. El Economato tiene una vía de abastecimiento clara basada en los donativos que hemos ido recibiendo y que a día de hoy aún recibimos a través de las cuentas que tenemos abiertas para ello. Con ese dinero compramos alimentos y los facilitamos a los damnificados con un 70% de descuento.
También están los alimentos gratis, dirigidos a familias en estado muy crítico, alrededor de 600 familias, estos son alimentos que proceden del Fondo Estatal de Garantía Agraria (FEGA). Son alimentos que el Ministerio de Agricultura compra y suministra a centros de ayuda como Cruz Roja o Cáritas.
Tenemos colaboraciones de empresas que nos dan productos, como “Consum” o “Lidl”, que nos entregan alimentos próximos a caducar que nosotros repartimos diariamente y que nos vienen muy bien. También hacemos campañas, como la de Navidad o verano, donde recogemos miles de kilos de comida, aunque este año han ido fatal. Y por último están las personas, que a título personal se ofrecen voluntarias para ayudar en lo que pueden, que ven lo que está pasando y no quieren mirar hacia otro lado.

P.-¿Cuál es el funcionamiento del Economato “MAMBRÉ”?
R.-Surgió a partir del terremoto, durante los 2 primeros meses ayudábamos en el caos que aconteció en Lorca. De repente miles de personas necesitaban ayuda y en el Recinto Ferial de Santa Quiteria comenzó esta labor improvisada que duró bastante tiempo y con niveles de atención exagerados, si bien entraban grandes cantidades de alimentos.
Camiones de toda España entraban y salían. Después bajaron un poco los niveles y vimos que con los fondos elevados que nos iban entrando había que darle una salida beneficiosa para las familias más necesitadas, porque hay que entender que Cáritas tiene una vocación de ayudar a los que más lo necesitan, empezando por la prioridad de los que menos tienen, y así surgió el tema del Economato.

P.-Las personas que quieran seguir ayudando a Cáritas de Lorca en su importante labor, ¿Qué pueden hacer?
R.-Lo mejor es dirigirse a la Web, porque allí hay correos electrónicos, contactos y teléfonos móviles donde informarse durante las 24 horas del día. Los que no controlen las nuevas tecnologías pueden acercarse a algunas de las sedes o bien acudir a una parroquia donde el párroco les orientará. Muchas parroquias recogen alimentos, la colaboración es grande y las posibilidades de ayuda son enormes. Hay personas que traen ropa, otros traen alimentos para bebés y otros muchos vienen como voluntarios. Ayer una señora acompañó a una vecina al Economato y se ofreció voluntaria para trabajar allí. Porque la gente cuando ve estas situaciones siente una necesidad de formar parte de esta ayuda tan necesaria e importante.

P.-La situación es cada vez más dura, usted lleva 6 años viendo una progresión que va cada vez a peor, ¿Cómo lo lleva?
R.-Pues gracias a Dios lo llevo bastante bien, es una inyección. Cuando sales a la calle y ves a amigos, familiares y vecinos que lo han perdido todo, al poder ayudarlos sientes una satisfacción.
Gracias al esfuerzo de muchísimos voluntarios, alrededor de 70, son los que están actualmente en Lorca, en uno u otro lado, prestando su ayuda y su tiempo en esta labor.
Encuentras un sentido a tu tiempo libre, yo todas las tardes, cuando salgo del trabajo, como y me voy a mi otro trabajo, sin retribuciones materiales pero sí espirituales.
La fe en Jesucristo, la oración, el encuentro con personas que viven al igual que yo la fe. Reconocer que esta era la llamada, porque no tenemos que olvidar que Cáritas es la iglesia católica, porque Jesús solo dejó mandado una cosa: “Amaros los unos a los otros”, y eso es todo lo que yo puedo hacer, empleando mi tiempo, mi esfuerzo o mi dinero.

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