Nuestros amigos de cuatro patas, en peligro durante el verano

REPORTAJE POR ANA GUALDA
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Ya se cuentan por millares la cantidad de aguileños que han decidido contar en sus domicilios con la compañía de animales domésticos tales como perros y gatos.
Como es sabido, este hecho no es sólo la posesión de un «capricho» sino que se trata, en la mayoría de los casos, de la decisión de incluir un miembro más de la familia. Por lo tanto es importante que se tomen una serie de precauciones para que el bienestar de nuestros compañeros peludos no acabe, como sucede en algunos casos de negligencia, en desgracia.
Así, nuestro equipo se ha interesado en realizar una guía de consejos muy útiles y prácticos dirigida por el equipo de veterinarios de la Clínica Anubis de Águilas que, amablemente, han atendido a nuestras peticiones y han respondido a nuestras preguntas.

El sol, un enemigo muy placentero

Es bastante frecuente observar a nuestra mascota (la cual no tiene conciencia del peligro que eso entraña) pasar largos periodos del día tomando el sol. Es necesario proveer al animal de una zona de sombra donde, al sentirse acalorado, pueda resguardarse de las altas temperaturas. Si bien es cierto es que hay que tener muy en cuenta la edad del animal pues siendo este muy joven (cachorro) o muy mayor su percepción o, por llamarlo de algún modo, consciencia, no le permite distinguir cuando es el momento de retirarse a la sombra.
Es aquí donde el papel del responsable del animal juega un papel importante, el de supervisar que su mascota no se exponga demasiado a los rayos solares. Asimismo, es fundamental que puedan disponer durante todo el día de agua limpia y fresca para que estén correctamente hidratados.

Los paseos en coche

No es raro ver como los amantes de los perros suelen «sacarlos de paseo» en coche o bien para darles un baño (eso sí, a escondidas como delincuentes, puesto que, a día de hoy, no existe una playa donde esté permitida la presencia de animales de compañía) o simplemente para no dejarles solos en casa.
Pues bien, hasta este punto no existe peligro alguno si el animal dispone de la suficiente ventilación en el vehículo durante el trayecto. El problema surge cuando, con la excusa de hacer un pequeño recado, se deja al perro dentro del coche con el pensamiento de «total, si son cinco minutos». Es aquí donde hay que ser especialmente precavido ya que, sin quererlo, se puede cometer con esta pequeña estancia, una imprudencia que, en algunos casos, resulta letal.
Los perros no tienen la capacidad de sudoración (ni la misma) que los humanos, ya que ellos transpiran por la boca (de ahí que jadeen tanto cuando hacen ejercicio físico o cuando están expuestos al sol) por lo que el falso mito de dejarlos dentro con la ventanilla un poco abierta es más que suficiente.
Un vehículo estacionado en verano, aunque sea en una zona de sombraje, puede alcanzar los 50 grados de temperatura, lo que puede provocar un golpe de calor en la mascota que, de no ser tratado a tiempo, puede producirles la muerte.

La protección contra los parásitos y el peligroso «flebotomo»

Es necesario que el animal esté protegido durante todo el año tanto interna como externamente para evitar invasiones parasitarias (que no sólo protegen al perro, sino a la familia que convive con él) ya que ciertas especies de «intrusos» pueden contagiarse a aquellas personas que conviven con ellos. Por este motivo es importante que el animal esté desparasitado tanto interna como externamente. En cuanto a la protección externa en las épocas del año en las que el calor es intenso proliferan una especie de mosquitos denominados como «flebotomo» que son los portadores de la temida enfermedad conocida como Leishmaniosis. Dicha dolencia sí que no entraña peligro para los humanos pero puede resultar devastadora para los perros. La picadura de este insecto los convierte en portadores del virus (que pueden o no desarrollar) y si éste empieza a manifestarse, de no tratarse de modo adecuado, puede conducir al perro a la muerte por fallo multiorgánico.

¿Cómo protejo a mi mascota?

No es difícil ya que las opciones son bastante variadas. Por supuesto deben tratarse con un potente antiparasitario que normalmente viene en formato adaptado al peso del animal y que está a la venta en la clínicas veterinarias y en algunas farmacias. Se trata, pues, de las conocidas popularmente como «pipetas». Se aplican una vez al mes y son absorbidas por el torrente sanguíneo del animal con lo que repelen cualquier tipo de intrusión de pulgas, garrapatas y demás parásitos. Si además se escogen aquellas que contienen la protección contra el «flebotomo» ya se cuenta con una completa fase de prevención. Con todo y con eso, es recomendable durante los meses de primavera y verano (aunque durante las demás estaciones «toda precaución es poca») combinar la aplicación de estas «pipetas» con collares específicos que ejercen, por decirlo de algún modo, de doble barrera protectora.
En la Clínica Veterinaria es el lugar donde mejor pueden asesorar sobre qué productos son los más adecuados teniendo en cuenta el peso y las condiciones del animal.

La opinión de los profesionales

Los veterinarios de la Clínica Anubis, sita enfrente del Supermercado Aldi, han tenido la amabilidad de realizar una serie de consejos para que este verano las mascotas de los aguileños (cada vez más numerosas) pasen el verano sin incidencias y no haya que lamentar «accidentes» que pueden, fácilmente, evitarse.
Como nos decía Diego Martínez, veterinario colegiado de la Clínica «es necesario no sólo tener a los perros y gatos vacunados sino en épocas como esta, extremar las precauciones contra el calor y tomar medidas que eviten posibles tragedias. Agua limpia y fresca siempre cerca del animal y una zona de sombra donde resguardarse de las altas temperaturas».
Asimismo, Mario Martínez, también veterinario de esa misma clínica -una de las más eficientes de la localidad todo hay que decirlo y no sólo por su profesionalidad sino por el trato tan familiar y cariñoso que dan a nuestros amigos peludos- nos decía que «es fundamental que no se deje a los perros en los coches en esta época del año ya que desde el minuto uno es un peligro para el animal puesto que los vehículos alcanzan tales temperaturas que pueden crear secuelas en los perros y en desgraciadas ocasiones, causarles la muerte».

De esta manera y desde nuestro equipo recomendamos a aquellos que han escogido a un «peludo» como miembro de su familia que, sobre todo en estas fechas, extremen las precauciones a la hora de los cuidados hacia sus fieles amigos de cuatro patas.

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