La educación bajo mínimos

El otro día pude escuchar la siguiente frase a un amigo que quería controlar a su inquieto niño de 3 años : “nene, estate quieto de una vez o te llevo al colegio….” . Está claro que la educación no es un valor que sea estimado especialmente en los últimos tiempos. No se trata de la educación que tiene que ver con el protocolo, de las señoras primero, etc. no, se trata de la educación que necesita un niño tierno para convertirse en un adulto maduro . Ésa no está en sus mejores momentos. No está valorada en lo que merece. La mayor parte de la culpa la tienen, la tenemos, los padres, otra gran parte de la culpa , por desidia nuestra, la tiene la televisión, la prensa y el cine.

Desde el éxito alcanzado por un buen grupo de jóvenes sin apenas educación formal, con los conocimientos básicos cogidos por los pelos, a través de programas como “Operación Triunfo” a unas programaciones en los cines absolutamente demenciales, es lógico que la atracción de los más jóvenes no vaya por aprender sino en querer ser como sujetos como Bisbal…..y cosas así.

La formación no está de moda, es innecesaria para la mayoría de jóvenes, que van a la escuela porque tienen que ir, pero no le tienen el menor apego. Los padres no sabemos hacerles comprender que un día echarán de menos no haber ido al instituto, un día se darán cuenta de que no saben expresarse, que no pueden escribir correctamente ni un mensaje en el teléfono móvil. Ahora ya no es imprescindible que los chicos trabajen a los 14 años, todos los padres pueden mantener a sus hijos formándose hasta los 23, al menos. Habrá que repetir una y otra vez que Bisbal, por ejemplo, ha sabido aprovechar unas circunstancias favorables y ganar dinero, pero no por ello es más culto. Le falta verbo, capacidad de organizar frases, mantener un debate de nivel medio, incluso básico. En algún momento abandonó la formación, demasiado pronto, y tomó la decisión de ser rico por encima de ser culto, estado al que probablemente nunca llegará. No debe ser un ejemplo a seguir para el resto de los jóvenes españoles: podríamos crear una generación de cantantes mediocres que no saben expresarse siquiera. El problema es que ese triunfo se magnifica tanto que cuando hay una convocatoria para otra “Operación Triunfo”, se pegan tortas miles de jóvenes. ¿Han abandonado ya los institutos antes de presentarse al concurso o abandonarán sus estudios una vez sean seleccionados? No sé que es peor. Pero está claro que muchos padres y madres han abandonado sus obligaciones cuando tal hecho se produce.

Lo habitual, en la mayoría de los padres, es dejar en manos de los docentes todo lo referente a la educación, absolutamente todo; cuando el niño se porta como un macarra en las clases suele acabar viniendo el padre a soltarle una torta al profesor, incluso al director si es necesario. Moraleja: un padre macarra no puede sino criar a un hijo macarra. Algunos ejemplos tenemos en Águilas de padres y/ o madres macarras.

La dejadez, en el mejor de los casos, de los padres lleva a los hijos a buscar la vida fácil, sin el esfuerzo que, muchas veces, no es reforzado en casa , por lo que se da que chicos inteligentes están cargando patatas cuando podían haber desarrollado mucho más, en parte por culpa de los padres que no han dado oportunidades suficientes.

El resto del proceso vital se verá limitado en posibilidades por ese déficit estructural: se enfrentarán, algunos de ellos, a embarazos no deseados, a incursiones en la droga (y a la permanencia en ellas), a no mantener una capacidad crítica con respecto a cuanto les sucede, a lo que observan, a lo que la experiencia de la vida le va a poner ante sus narices, que no siempre va a ser favorable…, a no entender una película que tenga más argumento que “ Rambo IV “ , etc.

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