El lienzo de Cayuela, del Casino de Lorca, afronta su restauración en el Museo Arqueológico

Se trata de una de las principales actuaciones de la restauración de este edificio, un símbolo de la Lorca burguesa del siglo XIX. La obra, de 1916 y ubicada en el techo del salón de baile, ya está restaurándose en el museo Arqueológico, tras un complejo traslado que detalla el arquitecto Simón Ángel Ros

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Simón Ángel Ros Perán/Redacción

Las obras de restauración del Casino de Lorca, uno de los edificios de mayor belleza de la ciudad, continúan a buen ritmo. Apuntar que se trabaja sobre un proyecto redactado por Simón Ángel Ros Perán, contando con la colaboración de Carmen Ros Ortuño y Francisco Ros Ortuño (Paco Ros), estando las obras Las obras, enmarcadas en el  Plan Director para la recuperación del Patrimonio Cultural de Lorca, tras los terremotos de 2011.

En virtud de un convenio firmado entre la Asociación Casino de Lorca, propietaria del inmueble, y el Ayuntamiento de Lorca, el Casino tendrá uso público durante un periodo de cincuenta años.

Una de las actuaciones más destacables, donde ha colaborado un equipo de especialistas, ha sido la preparación del lienzo de Francisco Cayuela, que decora el techo del salón de baile, para su traslado al Museo Arqueológico de Lorca, donde será restaurado y de donde regresará para ser reintegrado al techo, cuando uno y otro estén restaurados.

El techo del Salón de baile del Casino, con el lienzo de Cayuela, en mayo de 2020 (imagen de M. Carmen Martínez Ríos)
El cilindro principal, tras ser izado a la plataforma ( Carmen Ros)
Los cilindros principal y auxiliar, y el material accesorio, montados en el camión para su traslado al Museo Arqueológico (Simón Ángel Ros)
Izado del cilindro con el lienzo enrollado, desde el camión grúa a la terraza del Museo Arqueológico (imagen del Equipo de Restauración)

El proceso ha incluido el montaje de un andamio plataforma que ocupa toda la superficie central del salón, elevado a una distancia de 1,80 metros del techo, que ha permitido chequear detenidamente el lienzo, detectar y documentar las roturas y las secuelas de antiguas “restauraciones”, tomar muestras de pigmentos, fotografiarlo y radiografiarlo.
Ha sido preciso descolgar las cinco lámparas que colgaban del techo para poder desmontar el lienzo. Las lámparas reposan ahora, perfectamente confinadas (palabra tan de moda en este año vírico), en cinco cajones montados sobre el suelo del salón, en la vertical de cada una de ellas.
Para facilitar el proceso de desmontaje y traslado del lienzo, se han confeccionado dos grandes cilindros, a partir de tubos de cartón para encofrado de hormigones. Estos cilindros han sido rigidizados interiormente con costillas de espuma rígida y se les ha dotado de un eje longitudinal que permite su maniobrabilidad y su giro.

Se ha empapelado el lienzo, para fijarlo y estabilizarlo; seguidamente, tras izar los dos cilindros hasta la plataforma, por medio de una polea motorizada y de un atirantado manual de seguridad, el lienzo ha sido cuidadosamente desmontado y, simultáneamente, se ha ido enrollando en el cilindro principal.
Una vez embalado con una lámina de esponja y una capa exterior de cartón acanalado, han sido transportados los cilindros y el material auxiliar en el camión grúa hasta las inmediaciones del Museo Arqueológico, ha sido izado por la grúa del camión hasta la terraza del Museo y de allí ha sido trasladado manualmente a la sala donde será restaurado. El lienzo ha sido desenrollado y extendido en el suelo de la sala, previamente protegido para tal función, el mismo día del traslado, pues se ha pretendido que permaneciera enrollado el menor tiempo posible. Ahora empieza la restauración.
Todo el proceso descrito, a modo de resumen, ha sido realizado por el equipo dirigido por María Quiñones e integrado por Natalia Carcelén, Cristina Bardají, María García, Silvia Gracia y Julián Serrano.
En el Museo Arqueológico se ha contado en todo momento con la colaboración activa de su director, Andrés Martínez Rodríguez, y del personal del museo.

 

 

El arquitecto, Simón Ángel Ros, detalla en su red social de Facebook cómo ha sido todo el proceso de traslado del lienzo desde el Casino de Lorca hasta el Museo Arqueológico.

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