Visitan Águilas un grupo de exalumnos del Colegio de Huérfanos de Ferroviarios de León

chf-aguilas-2El pasado mes de octubre Águilas fue testigo de un entrañable episodio que reunió en fin de semana a antiguos compañeros de curso del Colegio de Huérfanos de Ferroviarios (CHF) de León, procedentes de distintas partes del país, convocados por uno de ellos, el aguileño Pedro Costa Morata, profesor universitario y que muchos recuerdan en Águilas como el líder de la oposición al proyecto de central nuclear en Cabo Cope (1974), lo que le hizo iniciar una trayectoria ecologista que le llevó a recibir el Premio Nacional de Medio ambiente en 1998.

Los exalumnos de la primera promoción del CHF de León (1958) tienen por costumbre reunirse cada dos años en cualquier lugar de la geografía española, y así lo hacen desde 1983, cuando decidieron localizarse para celebrar el 25º aniversario de su entrada en ese Colegio, que fue el último abierto por esa institución ferroviaria (a su vez, fundada en 1930) de un total de seis que llegaron a funcionar en todo el territorio nacional para asistir y educar a los hijos de los empleados fallecidos. Águilas, que llegó a tener hasta hace pocas décadas, medio millar de trabajadores ferroviarios, aportó varios alumnos a ese Colegio, entre ellos Pedro Costa (que no olvida que gracias a él pudo estudiar Bachillerato, Formación Profesional en la rama eléctrica e Ingeniería de Telecomunicación, lo que no habría sido posible con los medios familiares) cuyo padre, tíos y abuelo trabajaron para Renfe, bien en los talleres, bien en los trenes. Aprovechando este acontecimiento, se unió al grupo el aguileño Pedro Fernández Rodríguez, también alumno de León, si bien de un curso distinto, y él mismo trabajador jubilado de los talleres de nuestra ciudad.
No faltó, desde luego, en el denso programa de actividades que el grupo acometió en Águilas, y tras el paseo en barco por nuestro espléndido litoral, la detallada visita al museo ferroviario y a las espectaculares instalaciones museizadas del Hornillo, para lo que contaron con el mejor guía imaginable, Ángel Melenchón, funcionario municipal y fervoroso conocedor de cuanto se refiere a los ferrocarriles españoles (y parte de los extranjeros). Los exalumnos ferroviarios también estuvieron acompañado por uno de sus antiguos profesores, el sacerdote salesiano Félix Domínguez, que viajó desde La Coruña para unirse al grupo y celebrar la misa tradicional de sus encuentros, esta vez en la iglesia del Garrobillo, donde varios miembros de las cuadrillas aportaron, con su música y cantos, un toque entrañable al ya emotivo acto de reencuentro.
Ni que decir tiene que los alumnos del Colegio de León se fueron encantados de Águilas, su gente y sus valores tanto naturales como culturales, tas su breve, aunque intensa estancia, junto a su compañero y anfitrión Pedro Costa.

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