Pasta para las bananas

Como ya hemos planteado en ocasiones anteriores, la gran ayuda que los inmigrantes prestan a sus familias en los países de origen, y de rebote a sus pueblos, a su Estado y a su gobierno es cada vez mayor. Desde 1980 hasta éste, se ha multiplicado por 50 la pasta enviada desde España a sur y Centroamérica. Que ya es pasta, que han sido 50.000 millones de euros el año pasado. Y que se lo merecen, que lo han sudado, que hacen lo que los españoles ya no queremos hacer, pero que había que hacerlo.

Cuando los españoles se fueron a Alemania y Francia, también suponía un alivio para los que se quedaban esos marcos y francos que llegaban. Se trata sólo de la repetición del mismo proceso.

La cuestión es si lo merecen esos gobiernos bananeros (algunos incluso democráticos, pero sin dejar de ser bananeros) que son capaces de mantener a su gente en la miseria con unos extraordinarios recursos naturales, mejor o peor explotados, pero que darían para mejorar las condiciones de vida de la ciudadanía, sin duda.

En Bolivia, en Venezuela, en Argentina, en Brasil, en Ecuador, en Perú el reparto de la riqueza sigue siendo desastrosa…….y sus gobernantes unos mangantes, que decimos por aquí. Algunos parecen querer levantar esa fama, pero dan bandazos como si de niños de la LOGSE se tratara. Al final, el resultado que ya conocen muy bien sus ciudadanos.

Esas remesas de dinero se invierte, se compra, se construye, se mueve y financia , finalmente, al Estado, a los ladrones del Estado. Y el círculo se cierra. Los que sudan cada día aquí acaban perpetuando en el poder a los bananeros de allí, que han sudado muy poco, por cierto.

En la España de los 60 y 70 también financiaron al dictador, pero aquí, al menos las condiciones mejoraban continuamente para los españoles.

Y luego está: los que sudan y ganan lo que trabajan cada día, dignamente, y los que trabajan , sudan y lo que ganan se lo lleva algún chorizo de aquí, español: manchego por ejemplo (pero también los hay en Andalucía y en Murcia) que aprovechan la indefensión en la que suelen estar los inmigrantes ilegales para arreglarles los papeles por una millonada, los muy joputas, o para ofrecerles trabajo a cambio de pasta.

Elementos que venden un puesto de trabajo por dinero, vistas las circunstancias en las que están los sin-papeles. Hay que ser muy cabrón para aprovecharse de los más miserables. Y es que en Villarrobledo, el más tonto hace relojes, que se dice por aquí.

También podemos poner a vigilar ilegales a algunos guardias salidos, que ya se sabe cómo acaba la cosa con las inmigrantes más guapas. Vaya ejemplo bonico…….

Luego tenemos que en la costa alicantina no paran de llegar otros inmigrantes. Ligeramente distintos. Los vejetes escandinavos que vienen a cargar las pilas como si funcionaran con energía solar. No paran de llegar abuelas de 70 y 80 tacos (las que en los años 60 eran las suecas macizas, posiblemente) que han decaído mucho con tanto frío y se vienen donde el sol es gratis y el vino barato. El único problema es que los que hacen el negocio no son de Alicante sino escandinavos también, que les han montado una serie de clínicas geriátricas que pa qué las prisas. Al menos los puestos de trabajo serán para españoles, y si éstos no quieren hacerlos, siempre habrá suramericanos a cientos que sí los cogerán. Y ellos sí que necesitan ese dinero para mandarlo a sus familias, a sus pueblos y a sus “gobermangantes”.

Esta web utiliza cookies para que tengas la mejor experiencia de usuario. Si continúas navegando estás dando tu consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pincha el enlace para más información.

ACEPTAR
Aviso de cookies