Recuperan las imágenes de la Virgen de los Dolores y San Antonio de Padua de la ermita del Pradico, gravemente dañadas en 1967

El alcalde ha entregado estas dos tallas devocionales de gran valor sentimental y patrimonial que procesionaban en la tradicional romería del Pradico, y que sufrieron graves daños hace seis décadas a consecuencia del derrumbe del techo de la ermita en la que se encontraban

 

Gracias al trabajo de los restauradores, ha sido posible no solo recuperar su estética, sino también reintegrar los volúmenes y policromías perdidos, siguiendo criterios de reversibilidad y respeto a los modelos originales

 

Fulgencio Gil, alcalde: “Entendemos que nuestro legado cultural es una de nuestras mayores riquezas. Gracias a estas restauraciones, conseguimos que Lorca siga siendo un referente en el arte sacro y en la puesta en valor de nuestras tradiciones populares más arraigadas”

 

El alcalde de Lorca, Fulgencio Gil Jódar, ha hecho entrega este viernes de las imágenes restauradas de la Virgen de los Dolores y San Antonio de Padua a los mayordomos de la ermita del Pradico, dos tallas devocionales de gran valor sentimental y patrimonial que hasta 1967 procesionaban en la tradicional romería del Pradico, en la pedanía de Parrilla.

Las labores de recuperación de ambas imágenes, que sufrieron graves daños hace casi seis décadas a consecuencia del derrumbe del techo de la ermita en la que se encontraban, han sido ejecutadas por el Taller de Restauración Municipal, dependiente de la concejalía de Desarrollo Local, bajo la dirección del restaurador, escultor y profesor Antonio García Rico. Estas intervenciones han permitido recuperar fielmente el aspecto original de estas dos piezas de gran valor simbólico para los vecinos de Parrilla y también para todos los lorquinos que año tras año asisten a esta romería.

Durante el acto de entrega, Fulgencio Gil ha subrayado la importancia de esta intervención como un nuevo ejemplo del compromiso del Gobierno de Lorca con la conservación del patrimonio. “Lorca es una ciudad con un patrimonio sacro excepcional, y su conservación es una prioridad absoluta para nosotros. Desde el Gobierno de Lorca vamos a seguir apostando por la restauración y protección del patrimonio lorquino, porque entendemos que nuestro legado cultural es una de nuestras mayores riquezas. Gracias a acciones como esta, conseguimos que Lorca siga siendo un referente en el arte sacro y en la puesta en valor de nuestras tradiciones populares más arraigadas”.

Ambas imágenes, datadas en 1940, pertenecientes al estilo neobarroco y realizadas en arpillera encolada, policromías al óleo y técnicas de vaciado entelado, fueron adquiridas tras la Guerra Civil para reponer las destruidas en el conflicto. Proceden de los talleres de imaginería “Arte Cristiano” de Olot (Girona), y fueron costeadas con donaciones recogidas entre vecinos de Parrilla y pedanías cercanas. La Virgen de los Dolores, que cuenta con unas medidas de 130x47x40 centímetros, y San Antonio Abad, de 102x36x32 centímetros,  quedaron gravemente deterioradas en el derrumbe de 1967, lo que llevó a sustituirlas por imágenes de menor tamaño, que son las que se veneran actualmente en la ermita.

Desde entonces, estas tallas originales han permanecido guardadas en una estancia de la misma ermita, lo que ha supuesto que el paso del tiempo agravará aún más su deterioro. La Virgen de los Dolores perdió la cabeza y sufrió aplastamiento en el torso y zonas perforadas o desaparecidas, mientras que San Antonio presentaba aplastamiento, fractura en la cabeza, pérdida de la mano y el brazo derecho y daños en el Niño Jesús, al cual le faltaba la pierna y brazo izquierdo.

Junto a esto, también se aprecian deformaciones y múltiples grietas estructurales en las dos imágenes, ambas con problemas de estabilidad, suciedad, depósitos de excrementos de aves, degradación de las policromías y ataques de xilófagos en las peanas de madera. Cabe destacar que los graves daños sufridos, y en especial las deformaciones, se justifican por los materiales utilizados en su ejecución, en concreto la técnica del entelado que consiste en realizar los volúmenes de la escultura con lienzo o tela encolada dejándola hueca, lo que resulta mucho más frágil que la madera maciza.

Gracias al trabajo meticuloso del equipo del Taller Municipal, ha sido posible no solo recuperar su estética, sino también reintegrar los volúmenes y policromías perdidos, siguiendo criterios de reversibilidad y respeto a los modelos originales. El proceso ha incluido limpieza, estabilización estructural, modelado de elementos desaparecidos y reconstrucción de volúmenes con técnicas originales (vaciado entelado con arpillera y colas orgánicas), reintegración de policromías al óleo en encarnaciones y temple en telas, así como la restauración de la corona original de la Virgen y la protección final con barniz de acabado.

El alcalde de Lorca ha querido resaltar y agradecer el trabajo que se desarrolla el Taller Municipal de Restauración, destacando que “Lorca tiene la suerte de contar con unos restauradores extraordinarios, que no solo restauran obras dañadas, sino que evitan que el tiempo y las condiciones ambientales hagan mella en nuestro patrimonio. Gracias a su labor, muchas piezas que parecían irrecuperables vuelven a brillar con su esplendor original y, en concreto, estas dos imágenes vuelven al Pradico para seguir fomentando en nuestro municipio la devoción popular y las tradiciones más arraigadas”.

Y ha recordado que en el último año, el taller ha intervenido también en piezas de diversas cofradías lorquinas, como la corona de Jesús Resucitado y un varal de estandarte, los candelabros del primer trono de la Virgen de los Dolores del Paso Azul, así como el Cristo de la Misericordia y el Cristo del Misterio del Paso Morado.

Esta web utiliza cookies para que tengas la mejor experiencia de usuario. Si continúas navegando estás dando tu consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pincha el enlace para más información.

ACEPTAR
Aviso de cookies