“Me he criado en la zapatería, jugando entre cajas de zapatos”

HEMEROTECA

Esta conocida familia está dedicada a calzar al pueblo de Águilas desde los años 50 del siglo pasado
Pregunta.- ¿Desde cúando lleva abierto su negocio en la localidad?
Respuesta.- Lo cierto es que, acertadamante, aquí podríamos usar la expresión ‘de toda la vida’, al menos de la nuestra.
Mi madre, Lolina, fue la fundadora de este negocio y como saben todos los aguileños, siempre comentaba que a los dos días de dar a luz ya estaba en la tienda trabajando y el carrito del bebé en la trastienda.
Por eso puedo decir que yo me he criado en la zapatería, jugaba con las cajas de zapatos, ayudaba a ordenar o a desordenar. También, cuando fui siendo más mayor, la ayudaba arreglando los escaparates y así hasta los dieciséis años. Cuando ya era un poco más madura decidí hacer de lo que era un entretenimiento hasta esos momentos, mi profesión definitiva.
P.- ¿En qué año exactamente ‘Calzados Miami’ abría sus puertas al pueblo de Águilas?
R.- Pues la verdad es que, si nos paramos a pensarlo, lleva muchísimos años.
La zapatería se inauguraba allá por el año 1955.
P.- ¿Qué cree que diferencia a su comercio de las grandes superficies que tanto ‘boom’ están teniendo últimamente?
R.- Aunque las ventajas del comercio tradicional de toda la vida son más que evidentes, he de decir a favor de los pequeños comercios que, sobre todo, ofrecemos un trato personalizado. Eso a veces no se valora demasiado pero, como trabajadora del sector y la experiencia que me avala detrás, puedo asegurar que es una de las cosas más esenciales. La idea principal de nuestra política de trabajo es que el cliente es lo más importante para nosotros y su satisfacción se convierte en la nuestra.
El hecho de trabajar en un pueblo pequeño hace que conozcamos a nuestros clientes, sepamos sus gustos, estemos al día de sus problemas en los pies a la hora de elegir el calzado adecuado… Toda esta información nos facilita muchísimo las cosas a la hora de asesorarlos y servirlos lo mejor posible. Como afirma una de nuestras queridas clientas, “nada más entrar por la puerta ellas ya saben qué me gusta, los colores de la nueva temporada que más van con el estilo de vestir que tengo y el tipo de tacón que puedo llevar debido al pie que tengo. Además, el calzado me dura varias temporadas y somos tres generaciones -mi abuela, mi madre y yo-, las que escogemos este comercio para vestir nuestros pies”.
P.- Explique un poco a nuestros lectores qué tipo de productos ofertan en su comercio y qué cree que los diferencia de otras tiendas similares.
R.- En cuanto al producto que ofertamos os puedo decir con orgullo que desde nuestros orígenes -primero mi madre, Lolina y luego nosotros-, hemos apostado por los productos nacionales y hemos seleccionado siempre para todos los aguileños por marca españolas de alta calidad y gran prestigio. Incluso es sabido que algunas ya son un referente en toda Europa. Ofrecemos, por supuesto, productos de primera calidad, fabricados, insisto, íntegramente en España.Aun así, nuestro producto estrella es el calzado de señora y caballero aunque no estamos cerrados sólo a la venta de calzado ya que ofrecemos una gran variedad de bolsos -de diario y de fiesta- y disponemos de artículos de pequeña marroquinería.
P.- ¿Hay alguien de la familia que esté pensando en hacerse cargo de la empresa familiar? R.- Sinceramente me gustaría que continuara y que alguno de mis descendientes se hiciera cargo del negocio y continuara con la tradición familiar.
P.-Tantos años detrás del mostrador habrán dejado alguna graciosa anécdota que transmitir a los lectores de La Actualidad…
R.- Pues sí, la verdad es que hay muchas y muy curiosas pero voy mencionar una muy antigua que le sucedió a mi madre. Una clienta se encaprichó de los zapatos que mi madre llevaba puestos y ya no quedaban en stock; tanto le insistió la señora que mi madre se quitó los zapatos y se los dio. La clienta se marchó encantada.