Fervor popular ante los lamentos de la saeta

El III Certamen y Exaltación de la Saeta contó con la presencia de Ramón Luis Valcárcel asumiendo la figura de Exaltador

Saetas

Cristian Mínguez encargado de ofrecer las letras de la pasión

La Iglesia de San José volvió a convertirse el pasado sábado en el escenario del III Certamen y Exaltación de la Saeta “Villa de Águilas”.

El acto, presentado Félix Cano y Antonio Guardia, miembros de la Asociación Tradición, contó con la presencia del presidente de la Comunidad Autónoma, Ramón Luis Valcárcel, asumiendo la figura del Exaltador de la Saeta 2.007.

El encargado de abrir el acto fue Ramón Luis Valcárcel que se refirió a la saeta como “un cante hondo y sensible que nos habla de la Pasión de Cristo y de los Dolores de María, su madre; una peculiar forma de oración que se hace canción y un cantar mediante el que se ora”. Para añadir después que “cuando el paso se detiene, el redoble del tambor se hace quedo, como un latido remoto, y la voz del cantaor o la cantaora se remonta sobre la multitud expectante, el dardo canoro revolotea en torno a las imágenes sagradas, las acaricia, besa las heridas de Jesús, las lágrimas de María, y desciende veloz para clavarse en lo más profundo del alma”.

El presidente de la Comunidad Autónoma dijo que la grandeza de la saeta radica en “la sabia conjunción que permite hablar con Dios cantando y hacerlo en un lenguaje popular, pero impregnado de sentimiento y de fervor. Esa es la eficaz catequesis que cruza los cielos de la Semana Santa para ir a clavarse en el corazón de quienes se extasían ante los devotas imágenes. Ese es el arte puesto al servicio de la fe, como lo está en las esculturas, en los bordados, en la orfebrería o en la música que suena tras el paso”.

Tras esta disertación llegó el momento de que los saeteros cantarán ante la imagen de la Patrona sus lamentos. El primero en hacerlo fue Juan Lorenzo “El Juaquicas”. Tras el fueron subiendo Mª Luisa Contreras, Alonso Higueras y Ulpiano Puche.

Además de estas voces aguileñas el certamen contó con la presencia, como artistas invitados, de los hermanos Piñana que con su actuación cargada de devoción y poderío lograron poner en pie a todo el público que llenaba, sin dejar hueco alguno, la Iglesia de San José.

Junto con estas actuaciones, acompañadas por los acordes de los músicos del Patronato Musical Aguileño, hubo también lugar para la poesía a través de las letras de Pasión del escritor Cristián Minguez.

En definitiva, una tarde en la que la religiosidad popular llenó todos los rincones de la Iglesia de San José bajo la atenta mirada de la Virgen de Los Dolores.

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