Asterix vs Acebes

Las elecciones en Francia. Punto y seguido. Podría ganar la izquierda. La chica, la guapa chica francesa, podría ser presidenta de Francia. En un país marcado por los hombres, desde Robespierre a Napoleón y continuado por De Gaulle y el mujeriego Miterrand, sería una novedad que llegara una chica joven y socialista. Y , para muchos, una alegría. Pero no, con el sistema de las dos vueltas la van a poner, de vuelta y media, en la calle. Una pena. El tío ese con nombre raro y casado con una española se va aprovechar de los votos de la fachada, de Le Pen. Así cualquiera. Juegan con ventaja: primero la gente se desparrama votando a quien quiere y una semana después vota a quien no quiere, por joder al prójimo. Se vota no por que gane uno sino porque pierda el otro.

Y así, como contrasentido a lo que de verdad les gustaría, se dejan gobernar.
De todas formas, al menos ellos cuentan ya las repúblicas por más de 4 unidades. Nosotros estamos a la espera de la tercera. Ellos le cortaron la cabeza al último rey, Asterix fustigó a los romanos y cocinan muy bien ; o sea, varios triunfos de los que alegrarse.

A nosotros nos basta con mantener el nivel de insulto entre la clase dominante e intentar levantar masas de unos españoles contra otros españoles. Alguna que otra vez lo han conseguido. Más por la parte de la fachada que por la de la izquierda. Aunque esto tendrá tantas interpretaciones como españoles somos. Por ejemplo , el tal sujeto Díaz de Mera repite los embustes que echó por su boca y el tal Acebes mantiene, tambaleante, lo que dijo, aunque parezca mentira. Las malas lenguas dicen que le asesora Trillo, que también mantuvo alguna historia increíble hace unos años.

Y es que don Angel tiene el empeño de Asterix y la tozudez de Obelix: contra los socialistas/romanos hay que usar hasta la piedra esa gorda para alejarlos de tierra española, católica, monárquica , machista y decente, que había diseñado perfectamente el tío del bigote, y que nunca debió dejar de ser. Y van tres años.

Por otra parte, en mi querido Marruecos, empiezan a abundar las bombas de los integristas contra los infieles. Va a ser cosa de ir menos por allí. O mejor, de ir con chilaba y pasearse por una mezquita, para hacerse el visto, pisar con aplomo y sin zapatos las alfombras y doblar el lomo con energía para que te dejen vivir en Tetuán.
Lo que haga falta. Pero quizá ya no merezca la pena irse a vivir allí, como algunos desearíamos; ahora que se ha tomado la trascendental decisión de que el limbo no existe, se puede quedar uno aquí con más tranquilidad, oye, con menos acojone, en tierra cristiana. Además , no tardarán en instalar una mezquita en Águilas. De momento ya parece que se va a montar un nuevo templo cristiano en Las Yucas.

Me imagino que será con el beneplácito de todos. Bueno, a algunos no nos han preguntado todavía. Y es que parece que hay cosas que se hacen más por apatía de la peña que por decisión explícita o convencimiento manifiesto.

Cuando empiecen los otros a recuperar Al Andalus no empezarán muy lejos de nuestras costas por lo que será mejor que nos hagamos a la idea y las señoras empiecen a comprar velos de quita y pon. Que nos van a pillar pelándonos, seguro. Casi nunca hemos sido uno ni para defendernos. Ya cuando Napoleón nos la metió con que pasaba por aquí para llegar a Portugal, unos le creyeron y le allanaron el camino. Y una vez liado a batallas, algunos le aplaudieron las matanzas de otros españoles, siempre que fueran de signo contrario. Al final costó un huevo echar al franchute. Por eso, porque ya empezaba a haber dos españas, dos bandos, dos ideas de nación. Y las ideas están, para nosotros, por encima de los hombres. Y es que tenemos la sangre y la cabeza caliente. No funcionamos en equipo, no trabajamos como uno ni cuando hay una amenaza para todos, tajo parejo.

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