ARTÍCULO DE OPINIÓN: “ANTOÑIN” MECÁNICO DESDE QUE LE SALIERON LOS DIENTES

1707r - copia
POR JUAN HERNÁNDEZ

Antonio García Calvo, hijo, nieto, primo y sobrino de mecánicos.

Antoñín está de mecánico desde que le salieron los dientes. Cuando tenía 3 ó 4 años acompañaba a su padre al taller, y sobre todo cuando su padre tenía reparaciones fuera del mismo; desde bien pequeño le gustaba todo lo relacionado con la mecánica. Empezó a conducir cuando llego a los pedales de los coches y camiones.

Con 14 años cambió los libros por la mecánica en el “Taller de Juan Muñoz”. Han habido épocas muy buenas en las que han tenido 30 empleados, siendo la mayoría de la familia, y épocas no tan buenas.
Ha sido el mecánico de casi todos los vehículos, durante muchos años, del Ayuntamiento de nuestra localidad y el mecánico de guardia las 24 horas, ya que cuando había un accidente o avería en cualquier coche, la Guardia Civil o Policía Local, lo llamaban para que solucionara el problema, reparar o quitar los vehículos de la carretera o de la calle. Fueron de los primeros en tener grúa para retirar los vehículos o vehículos averiados “Grúas Águilas”.
En l944, Juan García Martínez “Juan Muñoz” puso el taller de mecánica, “Taller de Juan Muñoz” encargándose de la reparación de automóviles y camiones. En los talleres se fabricaban y reparaban las bombas de tapón para sacar agua. Las bombas de tapón son un sistema utilizado para extraer agua del subsuelo u otra fuente de agua hasta la superficie o nivel deseado, con un mínimo de esfuerzo físico. Básicamente consiste en un malacate (lazo) auto enlazado o «sinfín», por medio del cual y accionándolo en «circuito cerrado», hace posible mover hasta la superficie porciones continuas de agua. La cuerda se coloca alrededor de una llanta rueda de bicicleta situada sobre el pozo. La cuerda lleva amarrados unos tapones (hechos de cualquier material flexible, cada 20 o 30 cm) que pasan dentro de un tubo. Los tapones funcionan como pistones y el tubo que funciona como un cilindro. La rueda de bicicleta se hace girar a mano, de forma que la cuerda baje al pozo y vuelva a subir por el tubo).
El taller estaba en la calle Conde de Aranda, número 29, al lado de donde estaba telégrafos; trabajaban, entre otros, a los camiones de las empresas de las minas de hierro. Empezaron por hacer pequeñas grúas hidráulicas: para levantar peso, para sacar los motores de los coches, y plataformas para bajar y subir la carga de los camiones. Estuvieron haciendo varios años la carrocería de los camiones Ebro. Les hicieron un camión para una empresa de Almendrucos, un poco más tarde el padre de Antoñín compró un camión a medias para trabajar en las minas y cuando cerraron las minas, por los años 50, vendieron el camión. En esa época había mucho interés en la mecánica por parte de los jóvenes por entrar en el taller, se podría decir que hizo de escuela taller, ya que la mayoría de los mecánicos de Águilas han salido de estos talleres. Entraron a trabajar con ellos 7 u 8 niños de 12 y 13 años como aprendices entre otros: José Robles, Juanjo, Salvados, Francisco Periago, Asensio, Antonio Robles, los hermanos López Quiñonero José y Vicente etc. A lo largo de los años se iban unos y entraban otros, la mayoría de la familia se quedaban, entrando como aprendices y saliendo por la jubilación o cuando se cerró el taller.
Unos diez años después se pasaron en la calle Muñoz Calero, número 5, al lado de Acción Católica, y pusieron el servicio oficial Citroën y Firestone en él y entraron a trabajar otras 4 ó 5 personas más, estando unos años y agregaron un poco más tarde el servicio oficial Land Rover; creándose modestamente de la nada una gran empresa.
En 1960/61, ponen otro taller en la carretera de Lorca “Talleres Águilas”, y pusieron el servicio oficial Barreiros y Simca, ampliando la plantilla hasta 30 personas.
Por los años 80, los talleres recibieron un reconociendo a nivel regional por parte de la FREMM.
Cuando empezó su padre con el taller, en Águilas había unos 15.250 habitantes y pocos coches, al parecer el primer turismo lo tuvo la familia Cotillas, un turismo de la marca Essex. Después vinieron más, Luis “el de los coches”, un Fiat; “El Curro”, un Chevrolet; la fábrica de espartería Grimas, un Fiat 521; Pepe Rojas tenía un Chevrolet del 39. Luis y Roberto Gualda, tenían un Ford de pedales y un turismo de la marcas Büss – ing, y lo hicieron una camioneta. El tío Antonio García (Antonio muñoz) tenía un camión de ruedas macizas, que trabajaba en el molino de yeso y el padre de Antoñín colaboraba con su tío en la yesera y conduciendo los camiones.
Los primeros transportistas en Águilas fueron los hermanos Gálvez, que tenían las cocheras para guardar los camiones en donde tiene Olivares la carnicería en los arcos, después se fueron a Lorca. A la mayoría de esos transportistas les trabajaban en el taller.
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En el 1970 cuando Pascual Hermanos estaba en todo su auge, le encargó al taller que le hicieran una carretilla para sacar las cajas de tomates de los bancales o invernaderos. Se hizo la carretilla, fue útil y les gustó y se estuvieron haciendo carretillas 40 años. Su primo Antonio es el que estaba de encargado de los asuntos del campo.
Han estado haciendo bombas de varillas con los motores diesel recuperados de los camiones. La bomba de varilla es también conocida como cigüeña, unidad de bombeo o válvula para pozos. La varilla pulida está conectada con una larga sarta de barras de acero, que llega hasta el final de la tubería donde está la bomba en el fondo del pozo. Son accionadas por un motor aunque la tendencia es el funcionamiento mediante diésel. Tales motores se colocan a menudo en un gabinete para protegerlos de la intemperie. También se trabajaba a las minas de Los Lobos, y se hacían instalaciones de riego para el campo.
Siempre los talleres han funcionado muy bien hasta que en el 2005 empezó a decaer el trabajo. Cerraron primero el taller de la calle Muñoz Calero y en el año 2007 se cierra el taller de la carretera de Lorca a consecuencia de la crisis y por la jubilación de Antoñín.
De Antoñín y de su taller se podrían decir muchas cosas porque han sido muchos años de historias; muchos de los trabajadores que han pasado en el taller han estado desde el día que entraron hasta la jubilación o hasta que se cerró el taller como son: Juan José García (Juanjo), Antonio García Cáceres, Diego García Cáceres, Fernando García, Joaquín García Sánchez, Josefina García García, que han estado 55 años trabajando así como otros que ha estado muchos años.
Antoñin reparó una avioneta de un particular que se averió y que hacía trabajos a Pascual Hermanos. Tuvieron que pedir las piezas a Estados Unidos y después de estar la avioneta reparada, Antoñin le pregunto al piloto “¿Si se para el motor esto planea? Contestando el piloto sí, como un ladrillo. Pero la avioneta continúo haciendo el trabajo y volando.
Conozco a Antoñín como mecánico muchos años, desde que me compré un Talbot “Solara”, mi primer coche nuevo y he de decir que ha sido el mejor, el más hábil para saber dónde podía estar la avería sólo incluso de oído, ha sido un lince para la mecánica.
Han tenido mucho trabajo a lo largo de los años porque en Águilas había mucho turismo y creo que le vino muy bien el alternar el trabajo en el taller con los estudios que realizó de Maestría Industrial y francés con Nancy Maza de Ruiz “Madame”.
Con el cierre de los talleres “Juan Muñoz” y” talleres Águilas” se cierran más de 60 años de tres grandes talleres, y de grandes mecánicos y de empresas amigas.
Sirva desde aquí para hacer un homenaje a los mecánicos que aquí hemos nombrado, al resto de personas que se dedican a esta profesión de nuestra localidad y en especial a mi amigo Antoñín.
GRACIAS

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