A VUELTAS CON EL TALENTO, O ERA EL TALANTE…

articlistaAndaba, el otro día, pensando en lo que le acababa de decir aquel transeúnte algo enfurecido, a una chica joven a la que abordó mientras ella iba con su teléfono móvil sin parar. Le ofreció un cuadro supuestamente original, se podía ver hasta lejos que era una mala copia de algún supuesto cuadro famoso.
La verdad es que me sorprendió que ante la negativa de la chica, eso sí perfectamente educada, le respondiera con mala uva y poniendo en tela de juicio su criterio para apreciar el arte de la pintura.
No creo que a la mujer enfrascada en su movilidad comunicada telefónica, le preocupara lo más mínimo esa descalificación.
Lo que si la hizo reaccionar, y de qué manera, fue la siguiente afirmación en voz en grito.
-¡Pero so gilipollas, a ver si sueltas ya el puñetero teléfono!, que pareces una telefonista en paro con mono.
La chica se volvió como un resorte, y le colocó un guantazo que hasta a mí que estaba a unos tres metros de distancia me dolió.
Si es que algunas manifestaciones artísticas y los teléfonos los carga el diablo. Así que mucho cuidado, amigos y amigas, cuando se les ocurra interrumpir a alguien que sujete el teléfono móvil como si fuera una tabla de salvación en este mundo de náufragos…

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