La lectura nos aporta múltiples ventajas, abriéndonos las puertas a nuevos mundos y desarrollando nuestra educación con temas de la sociedad actual.
Ésta contribuye al desarrollo personal y nos perfecciona el sentido crítico, fomentando las vías de expresión para comunicarnos.
Hay que tener muy presente que nadie nace sabiendo leer, por lo que es un proceso interactivo y continuo que se realiza en compañía.
El libro es un ocio sin barreras accesible a todas las personas, así que debemos de trasmitir que hay que ocupar parte de nuestro tiempo de libre con un libro, desarrollando así, la imaginación y la creatividad.
PAPEL DE LAS FAMILIAS
El papel de las familias en el desarrollo del gusto por la lectura en los más pequeños/as es fundamental. Aunque los padres y las madres son muy importantes, también lo pueden ser otras personas que conforman el entorno familiar. La familia debe de motivar, contagiar, acompañar y convertir la lectura en un hábito mediante la constancia.
¿Qué podemos hacer?
ANTES DE LA LECTURA
Se debe de crear un ambiente adecuado. Lo ideal es buscar un lugar tranquilo en el que estemos a gusto, con buena iluminación y alejado de la televisión u otros elementos que nos puedan distraer.
Algunas de las preguntas que se pueden hacer en este momento son:
-Viendo los dibujos y el título de la portada ¿de qué tratará el libro?
-¿Qué sabemos acerca del tema?
-¿Qué vamos a leer?
DURANTE LA LECTURA
A medida que su habilidad lectora sea mayor, podemos leer por turnos o una página cada uno, evitando el exceso de correcciones, ya que éstas pueden hacerle desistir de la lectura por miedo al fracaso.
Durante la lectura se pueden hacer interrupciones para comentar los dibujos y el texto, intentando hacer relaciones con aspectos de su vida y poniendo ejemplos, esto nos asegurará que está entendiendo el texto.
DESPUÉS DE LA LECTURA
Al finalizar la lectura podemos comentar el texto que hemos leído: ¿de qué trataba?, ¿quién era el personaje principal?, ¿qué pasó al final?, etc.
Hagamos que nos den su valoración sobre la historia que se ha leído, y aprovechemos para debatir sobre lo que nos cuenta el texto. Esto nos servirá, tanto para conocer sus intereses personales, como para fomentar una lectura crítica y reflexionar sobre los valores que se promueven en el texto.
Es muy recomendable también comentar qué otras cosas podemos y nos apetece leer. Debemos proponer temas que nos interesen, compartir nuestros gustos y experiencias, libros que conocemos…, pero sobre todo estar atentos a que nos comenten sus propios gustos y aficiones. Intentemos que propongan algún libro que por algún motivo les apetezca leer.
ALGUNOS EJEMPLOS DE PEQUEÑAS ACTIVIDADES A REALIZAR DESPUÉS DE LA LECTURA:
-Pedir que imite la forma de andar, de comer o de reír de algunos de los personajes.
-Podemos hacer que reconstruyan los acontecimientos principales de la historia.
-Hagamos que construyan, con los mismos personajes o historia del texto, una escena cómica o ridícula.
-Con un poco de ayuda, pueden jugar a cambiar el final de una de las historias que acabamos de leer, y también invertir el rol de los personajes.
-Hagamos que los niños y las niñas inventen un nuevo título para el texto leído.
