La ‘madrileñofobia’ vuelve con el fin del estado de alarma y la libertad de movimiento
Las redes sociales han instaurado en el vocabulario español un nuevo término, la “madrileñofobia”
En el inicio de la crisis sanitaria, los madrileños fueron el centro de la diana con sus salidas, más o menos masivas, a segundas residencias que provocaron el temor de las ciudades de costa, como fue Águilas.
A la pedanía aguileña de Calabardina llegaron numerosos madrileños y Mari Carmen Moreno, alcaldesa de Águilas, apareció en diferentes programas de televisión nacional pidiendo responsabilidad a los ciudadanos y que no acudieran a sus segundas residencias porque no era el momento.
Ahora, con la libertad de movimiento por toda España que se instalará el próximo domingo 21 de junio a las 0:00, las redes sociales han instalado un nuevo término en el vocabulario español: la ‘madrileñofobia”, o lo que es lo mismo, el miedo a los madrileños.
En Twitter, las etiquetas #HartosdeMadrid y #Madrileñosgohome se han convertido en tendencia durante el estado de alarma y muchos usuarios aprovecharon para cargar contra los vecinos de la capital española con un mensaje principal y que parecía lógico y sencillo de entender para el resto del país: que no haya movimientos que no sean absolutamente necesarios.
Este sentimiento de temor y “odio”, entre comillas porque no es un odio real, a los madrileños ha llegado hasta a las ruedas de prensa de Fernando Simón, que en una de sus intervenciones afirmó que “no hay que tener ningún miedo a los desplazamientos de los madrileños fuera de su comunidad cuando finalice el estado de alarma. No hay que tener esa madrileñofobia».
Ante esta situación, la propia presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, aseguró que le “duele profundamente la madrileñofobia, que ya viene de tiempo atrás, sobre todo, porque Madrid es España, porque los madrileños somos españoles por encima de todo y somos una región, además de emprendedora y muy trabajadora, también solidaria y abierta al mundo, plural».
Su vicepresidente, Ignacio Aguado fue más irrespetuoso con el resto de españoles y afirmó que le parece “absurdo y cateto”, a la vez que calificaba de “tufillo xenófobo” la ‘madrileñofobia’ que se había creado a raíz del confinamiento.
