La vida sigue igual

Como decía la canción de Julio, el portero metido a cantante, triunfador y escapado de su patria para no pagar impuestos en España.

Las cosas marchan. En nuestro pueblo, las cosas siguen su camino. Como decía Fernando Rey ( voz en off ) en la película más genial del cine español : “Bienvenido, mister Marshall” . Todo pasa, el pueblo sigue siendo el mismo, las gentes vuelven a sus trabajos, el cura a su iglesia y la maestra a los niños……..la vida sigue.

Pase lo que pase por ahí, en nuestro pueblo, las cosas siguen marchando: bien para unos, mejor para otros, y mal para los de siempre, pero la vida en un pueblo, en una mini ciudad del siglo XXI, no hay quien la pare.

Unos organizan cenas en beneficio de los pobres saharauis, recogen ropas y otras cosas innecesarias para nosotros pero que , los que hemos visitado el Sahara, sabemos lo que aquellos las necesitan. El cronista de la villa, don Luís, habla de los republicanos aguileños, los cantantes aguileños Antonio Segura y Antonio Carvajal hacen sus galas; mientras, otros preparan las procesiones de Semana Santa, una vez liquidado el Carnaval, las cornetas y tambores pasean por las calles oscuras para poder salir bien ensayados dentro de unos días ante todo el pueblo, las “manolas” preparan sus trajes negros y los costaleros hacen músculo.

Y en pocos días , que se va a abrir una nueva calle en nuestro pueblo: un acontecimiento, se la va a dar una calle a un gran aguileño, a don José García Antón, historiador, profesor, amigo de todos , amable y educado con los que han querido preguntarle sobre los avatares de nuestro pueblo en la historia. Allí, en las Molinetas, junto a la calle Murcia y atravesando el nuevo jardín de diseño, cerca del vial de circunvalación, nuestro alcalde va a inaugurar una calle nueva, con un rótulo de cerámica sobre una gran piedra que dará nombre a una nueva calle a un buen hombre.

Los políticos , por otra parte, empiezan a ver cerca el horizonte de la primavera del 2007, velan sus armas y preparan cómo se enfrentarán a duelo, las listas empiezan a perfilarse, deben ser del gusto del respetable, si no para qué las prisas. Porque una cosa es que nos guste cómo lo hacen, de gobierno o de oposición durante cuatro años, pero la reválida, ay, la reválida… decimos nosotros quién la pasa y quien se va a recuperación.

Para muchos, especialmente para los comerciantes, que son una parte vital de esta ciudad, la cercanía de la temporada de verano es motivo de entusiasmo contenido, no porque se empiece a ir a la playa, sino porque las ventas aumentan considerablemente en la casi totalidad del comercio local. Eso, como en épocas anteriores, asegura un invierno de mayor tranquilidad, como el de la hormiga que finalmente se rió de la cigarra porque pudo , o supo, guardar para el invierno.

El calendario de fiestas ya ha pasado en su grueso, con el carnaval ya por la parte de atrás, lo que queda por delante es la importada fiesta del rocío , la romería que no cuenta con muchos años de solera, aún , y las particulares fiestas de las comuniones, que son como celebraciones de bodas de niños, donde éstos son los que menos se enteran de la historia y los mayores aprovechan para enseñar el chalet.

Que a unos guste más unas cosas y menos otras, no importa nada ; la vida va a seguir igualmente. Nos vamos a respetar cada vez que nos crucemos por la calle, aunque cada vez nos paremos menos a saludarnos y charlar un ratico.

A veces, la rutina da tristeza y apatía, otras da seguridad y confianza.

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