No puede probarse todo

Uno de los principios fundamentales del materialismo científico, según he leído, es que la ciencia puede probarlo todo y que la única forma de alcanzar el conocimiento es a través de demostraciones científicas.

Bertrand Russell, dice que “todo conocimiento alcanzable ha de ser alcanzado por medio de métodos científicos; lo que la ciencia no puede descubrir, la humanidad no puede saberlo».

Pero si pensamos detenidamente en la declaración de este científico, matemático y filósofo, nos daremos cuenta que existe en su interpretación una contradicción, ya que no se puede demostrar científicamente que la ciencia sea capaz de explicarlo todo o que sea el único medio objetivo de conocimiento; al mismo tiempo nos limita considerablemente todo aquello que podemos saber con certeza.

John Lennox ilustra este problema con el siguiente ejemplo: “Supongamos que mi tía Matilde ha preparado un delicioso pastel y que invita a un grupo de científicos de renombre mundial a analizarlo.
De esta manera, el experto en nutrición nos informará del contenido en calorías del pastel y su efecto nutritivo; el bioquímico nos hablará de las proteínas, las grasas, etc. del pastel; el químico estudiará la estructura atómica y molecular de estos componentes; el físico analizará el pastel en términos de sus partículas fundamentales y el matemático propondrá elegantes ecuaciones que describan el comportamiento de esas partículas de que está compuesto.

Después de todo eso, ¿podemos decir que el pastel ha quedado completamente explicado? Obviamente, se puede afirmar que no. Porque si preguntamos a este grupo de expertos por qué fue elaborado el pastel, no tendrían en absoluto nada que decir al respecto. A menos que fuera la propia tía Matilde quien revelara su motivación a la hora de realizarlo, ninguno de ellos sería, por tanto, capaz de responder a esa pregunta. Y, en consecuencia, sería absurdo suponer que, porque la ciencia no puede darnos la respuesta, tales respuestas son inexistentes o inalcanzables”.

La ciencia nunca podrá explicar el propósito y destino de nuestra existencia en este mundo, o cómo debemos vivir. A menos que sea el propio Creador el que lo revele, tales preguntas quedarían sin respuesta. De igual forma, aunque los científicos puedan analizar el pastel y hacer una relación de los todos los ingredientes que contiene y los procesos físicos y químicos de la fermentación, mezcla, cocción, etc., del proceso, no por ello serán capaces de hacer por sí mismos el pastel, y muchos menos si tienen que crear primeramente los ingredientes.

Así mismo ocurre con el mundo que conocemos. Podremos conocer todo cuanto existe y de qué materiales está compuesto, pero todos los científicos juntos conocidos y por conocer no serán capaces jamás de crear la vida, tal y como fue organizada, establecida y creada por DIOS, Quien sustenta todas las cosas con la palabra de Su poder.

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