Confusión entre los maestros ante la posible eliminación de las oposiciones

Si a las elevadas cifras de desempleo actuales les sumamos las plomizas previsiones que se avecinan, el resultado final es el de una generación perfectamente preparada, que para ello ha pasado por universidades, academias de idiomas, másters, cursos, becas en el extranjero y todo lo que hiciera falta para integrar las filas de la promoción más formada de la historia de este país.

Los recién titulados, pletóricos por incorporarse a la vida laboral, se pasan el día preguntándose si no hubiera sido mejor poner un puesto de pipas. En Águilas, donde no existe una industria boyante, ni un sector localizado donde encontrar trabajo, hay que enfrentarse ahora a la noticia publicada la pasada semana por el periódico “La Opinión”, que afirma que según el artículo 23 de los Presupuestos Generales del Estado, en 2011 las administraciones sólo podrán contratar personal para sustituir el 10% de las bajas que se produzcan por jubilación, por lo tanto la Comunidad tendría que convocar oposiciones para cubrir la ridícula cifra de 19 plazas, así que es más que probable que se descarte la posibilidad de convocar oposiciones debido al alto coste que supondrían. Prácticamente la totalidad de opositores se muestran confusos y expectantes frente a pronunciación de los poderes públicos al respecto, por tanto, seguirán estudiando hasta que no haya una decisión en firme, ya que hasta que los presupuestos no sean aprobados por el Congreso definitivamente, algo que ocurrirá a lo largo de las próximas semanas, aún hay esperanza. De hecho las consejerías de todas las comunidades y los sindicatos nacionales están intentando que el Gobierno admita la reforma de este artículo. Pero la realidad es que hay cientos de opositores desmotivados, que han puesto mucho esfuerzo de su parte para llegar aquí y se encuentran nerviosos ante la espera. Personas que han dejado su trabajo para centrarse en estudiar la carrera y preparar oposición, que están pagando mensualmente cuotas que rondan los 200 euros para pagar una academia que les prepare, que están cansados de no aportar dinero en casa, o que sacan horas de donde no las hay, porque llevan meses preparándose para una oferta de empleo público que consideraban casi asegurada. Si no se convocaran finalmente las oposiciones en la región de Murcia, los maestros podrían plantearse opositar en la convocatoria de otra comunidad, aunque la ley afectará a todas.