El futuro de las desaladoras, en el aire por el enorme coste energético de la desalación

Después de tres años de retraso sobre el plazo inicial de ejecución de las obras, la planta desalinizadora Águilas-Guadalentín comenzará a suministrar agua el próximo verano, según han adelantado desde Acuamed.
En principio, empezará a producir agua para las zonas más cercanas, mientras que a las zonas más lejanas, como Lorca, no llegará hasta otoño, gracias a la balsa reguladora, sita en el Cerro Colorao.

Futuro en entredicho
La planta desalinizadora, que ha tenido un coste de 239 millones de euros y producirá 70 hectómetros cúbicos de agua, podría no ser la panacea para el problema del regadío consolidado en la comarca del Guadalentín. En este sentido, cabe destacar que las comunidades de Regantes de Lorca, Águilas, Puerto Lumbreras y Pulpí, no precisan actualmente el agua que producirá esta planta y, a corto plazo, tienen garantizado el abastecimiento.
Por otra parte, está el tema del coste final del agua. En este sentido, Acuamed, la empresa pública que desarrolla y explota en España las plantas desaladoras, ha instado al Gobierno a subir de forma urgente los precios del agua de regadío para evitar un desfase patrimonial en sus cuentas, además de mejorar el control en la explotación de las infraestructuras hidráulicas, muy cuestionadas en los últimos años.
Y es que, la subida del 50% que ha experimentado la tarifa eléctrica en tan sólo unos años, hace casi imposible que se puedan mantener los precios acordados por el elevado coste energético que supone poner una desalinizadora en funcionamiento.
La polémica sobre el sostenimiento del Plan Agua en la comarca sólo ha comenzado.

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