Arabistas de distintas universidades españolas homenajean en Lorca a la profesora María Arcas Campoy

 

En el Museo Arqueológico Municipal se presentaba el libro ‘Labore et constantia. Estudios andalusíes. Ensayos selectos’, un reconocimiento a su brillante carrera

 

La lorquina firmaba en el libro de honor y recibía la insignia de los Amigos del Museo Arqueológico en plata

 

Belén Díaz Arcas, concejal de Sanidad: “Su contribución ha sido de especial relevancia para el avance de nuestros conocimientos sobre el Derecho y las instituciones islámicas en el al-Andalus y el Magreb”

 

La ilustración recuperó y redescubrió el importante legado de la civilización hispanomusulmana en la Península Ibérica. En el siglo XX y, de manera especial, en el último tercio de la centuria, la saga de arabistas españoles conoció un evidente desarrollo. “En los años 70 crece significativamente la demanda de estudios árabes en las universidades españolas. Las escuelas de Madrid, Barcelona y Granada fueron impulsoras, sumándose las de Alicante, Salamanca, Cádiz y Sevilla. Y entre los arabistas que comenzaban a destacar, una lorquina, María del Dulce Nombre Arcas Campoy, ‘Marita’, que se formaba en la Universidad de Granada, a la que ha permanecido unida siempre”, ha afirmado este viernes la edil de Sanidad y Fondos Next Generation, Belén Díaz Arcas, que presidía el acto de homenaje a la profesora lorquina María Arcas Campoy, que se ha celebrado en el salón de actos del Museo Arqueológico Municipal.

“Excelente investigadora, magnífica docente y mejor compañera, amiga sincera y persona cabal, trabajadora y constante, son algunos de los calificativos que compañeros como Maravillas Aguiar Aguilar, Ana María Cabo González y Juan Pedro Monferrer-Sala le dedican en ‘Labore et Constantia. Estudios Andalusíes: Ensayos selectos’, un compendio de textos qur reúne a casi una veintena de arabistas que homenajean así la carrera profesional de ‘Marita’ y que presentamos en esta jornada”, ha añadido la edil.

Ha recordado que ‘Marita’ nacía el 11 de enero de 1948 en la Casa de los Arcas, en la calle Corredera. “Lo hacía al mismo tiempo que el escultor lorquino afincado en Madrid, La Rosa, esculpía una Virgen del Pilar que situaba su padre, mi bisabuelo, Pedro Arcas, en el esquinazo de la casa”. La entonces joven, ha añadido, “pronto mostró interés por los estudios y como sus hermanas sería la Universidad de Granada en la que llevaría a cabo la licenciatura de Filosofía y letras, en la especialidad de Filología Semítica: Árabe-Islam”.

Díaz Arcas ha señalado que Lorca siempre ha estado muy presente en la vida de ‘Marita’, “como también los lorquinos hemos alardeado de contar con una arabista que además de sus clases en la Universidad de La Laguna, participaba en proyectos, publicaba libros, artículos, colaboraba en volúmenes, impartía cursos, comunicaciones y conferencias, siendo parte importante no solo de congresos que se celebraban en nuestro país, sino también fuera de nuestras fronteras”.

Y ha significado que la lorquina siempre ha tenido muy presente a la Universidad de Granada, “logrando que su escuela de Derecho e Instituciones islámicas contase con una rama canaria. Sus contribuciones, como destacaban sus propios ‘colegas’, han sido de especial relevancia para el avance de nuestros conocimientos sobre el Derecho y las instituciones islámicas en al-Andalus y el Magreb, los documentos legales de los moriscos (herencias, cartas de dote…), la frontera oriental nazarí en los siglos XIV y XV y, en general, sobre la historia, el Derecho y las sociedades islámicas medievales”.

Casi medio siglo de docencia e investigación que “no veían descanso ni siquiera en verano, cuando en su tierra natal, Lorca, se adentraba en el Archivo Histórico Municipal Juan Guirao García, para escudriñar los documentos que se conservan de la vida de la frontera del nordeste del Reino de Granada en el siglo XV. La Universidad de Granada, de Córdoba, de Alicante, de La Laguna… pero también de Murcia, se han beneficiado de su carrera docente e investigadora”, ha apuntado la edil.

‘Marita’ ha pregonado las Fiestas de San Clemente, de judíos, cristianos y musulmanes. “Y su Semana Santa, de la que ha sido testigo presencial de hechos históricos, por ir a nacer en una casa donde el blanco era mucho más que un color. ‘Marita’ vivió –en primera persona- aquellos años en que la ausencia de un taller de bordados en las cofradías, se suplía levantando las distintas estancias de la casa de los directivos. Acogían bastidores y bordadoras que con hilo y aguja ‘pintaban’ las joyas que hoy están bajo el epígrafe de los únicos bordados declarados Bien de Interés Cultural de nuestro país”, ha aportado.

Y ha concluido que “es simbólico encontrar en esta mañana fría de invierno en Lorca a tantos compañeros de profesión. ‘Colegas’ que incluso –no han dudado en cruzar el mar- para arropar a ‘Marita’, lo que demuestra no solo respeto por una carrera brillantísima, sino también afecto, cariño y amistad, que me consta es recíproco. A todos, les doy la bienvenida a Lorca. Una ciudad monumental, de frontera, por la que han pasado las tres culturas y que gracias a personas como ‘Marita’ se ha dado a conocer en el mundo entero”.

El acto estuvo dirigido por el director del Museo Arqueológico Municipal, Andrés Martínez, que pedía que la homenajeada firmara en el ‘libro de honor’. Instantes después, el presidente de la Asociación de Amigos del Museo Arqueológico, Jerónimo Granados, le hacía entrega de la insignia en plata de la organización. Granados ha recordado que la arabista forma parte de la asociación y que es ‘Socia de honor’.

Poco después, se ha presentado el libro de homenaje ‘Labore et constantia. Estudios andalusíes. Ensayos selectos’. Y la homenajeada, profesores, amigos y familiares, han tomado la palabra, antes de llevarse a cabo una comida. Tras ella, se ha celebrado un paseo y visita por la ‘Lorca andalusí’, que ha ofrecido el Museo Arqueológico Municipal de Lorca en colaboración con la Asociación de Amigos del Museo Arqueológico, en homenaje a su ‘Socia de honor’. La visita ha sido guiada por Andrés Martínez Rodríguez, director del Museo Arqueológico Municipal. Se iniciaba en la muralla medieval de la Ciudad, en la zona del antiguo convento de la Merced y ha recorrido, entre otros, el Porche de San Antonio.

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