De compras

Uno de los principales defectos que tenemos las personas, no todas pero sí la mayoría, es que siempre creemos que lo que tienen los demás es mejor que lo nuestro.

Los aguileños, por ejemplo, nos vamos de compras a Lorca porque, decimos, “en Águilas no hay nada” y así, como solo estamos a treinta minutos, cogemos carretera y nos ponemos a comprar, sin pararnos a pensar que con esa actitud estamos dañando, y mucho, a nuestro comercio local .

Algo, esto último, que, según apunta todo, no tardará mucho en cambiar pues apenas en un año nuestra localidad contará con un centro comercial en el que, si la realidad es fiel a los proyectos, los aguileños “tendremos de todo”, y, por tanto, ya no tendremos que desplazarnos o, al menos, esa es la idea .

Entonces, en ese momento, podremos comprobar si realmente compramos fuera porque aquí no encontramos lo que queremos o simplemente porque, por una estúpida e inexplicable razón, preferimos “dejar nuestro dinero fuera de Águilas”.

Parece ilógico, pero es una realidad, y algo similar, por ejemplo, es la situación por la que pasan en la actualidad los comerciantes que tienen sus puestos en la Plaza de Abastos.

Si hace unos años estos puestos eran los preferidos para realizar las compras actualmente el público que acude a este tradicional mercado brilla por su ausencia.

Los aguileños optan, ahora, por las grandes cadenas en las que todo es mucho más abundante y variado pero también, mucho más impersonal. Y, es una pena, pero lo cierto es que el actual ritmo de vida, las prisas y los agobios nos están llevando a perder todo, hasta nuestra tradiciones.

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