Termina la restauración del altar mayor de la capilla del Rosario de Lorca, que fue pasto de las llamas en la Guerra Civil

Demasiado tiempo tal vez. 80 años han transcurrido desde que el retablo del altar mayor de la capilla del Rosario, sufriera un incendio durante la Guerra Civil que lo dejó devastado. Ahora, ya luce con todo su esplendor.

En este sentido el alcalde de Lorca, Diego José Mateos, ha presentado, junto a las concejalas de Desarrollo Local y de Cultura, Isabel Casalduero y María Ángeles Mazuecos, al presidente del Paso Blanco, Ramón Mateos, y a la presidenta del Coros de Damas, María Jesús Pérez, los nuevos trabajos de restauración, conservación y puesta en valor del cascarón de la bóveda del retablo mayor de la capilla del Rosario, desarrollados a través de servicios municipales correspondientes a la concejalía de Desarrollo Local y Empleo del Consistorio lorquino.

El alcalde de Lorca ha recodado que “una vez más colaboramos con las cofradías de Semana Santa para la preservación de su rico patrimonio, y en este caso con esta intervención de conservación realizada en el cascarón de la bóveda del retablo mayor de la capilla del Rosario, sede religiosa del Paso Blanco”.

Diego José Mateos ha detallado que “el objetivo de estas labores de restauración, conservación y puesta en valor ha sido reintegrar los elementos desaparecidos, con la finalidad de reponer la lectura prístina del conjunto y encontrar, en la misma simetría de la obra, modelos exactos de las zonas perdidas”.

Mateos Molina ha explicado que “los trabajos han sido ejecutados por el restaurador, Antonio García Rico, el ebanista, Manuel Mateo Manzanera y el maestro carpintero, Alfonso Salas Alcaraz, todos ellos pertenecientes a la concejalía Desarrollo Local y Empleo del Ayuntamiento de Lorca”.

Por su parte, el restaurador, Antonio García Rico, ha concretado que “la actuación se ha centrado en la parte original conservada del retablo realizado en 1744, por el maestro retablista José de Ganga Ripoll natural de Orihuela. El cascarón de este retablo no resultó destruido en los convulsos acontecimientos del 1936, como el resto de las partes inferiores, pero si sufrió la mutilación de algunas piezas, en especial de las situadas en los dos arranques del arco, como son parte de las fajas de cierre, molduras y apliques tallados”.

La intervención se ha planteado siguiendo los principios de restauración patrimonial de idoneidad, reversibilidad y respeto al original. Para lo que se han utilizado las mismas técnicas que en origen, con el tallado de piezas en madera noble, aparejados con colas orgánicas y dorados con pan de oro de ley de 22 quilates bruñidos con ágatas. En este sentido, se han diseñado anclajes ocultos auto portantes de las piezas nuevas a reponer, para no inferir en la materialidad de los elementos originales.

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