Las Mercedarias de Lorca continúan con la centenaria tradición de los ‘rollicos’ de San Blas
En el Convento de la Consolación en la calle Zapatería se pondrán a la venta este sábado tras su bendición media tonelada de dulces y 4.000 reliquias del santo
Cada día una veintena de integrantes de la Asociación de Antiguas Alumnas y Amigos de la Merced trabajan en los preparativos de la festividad del santo
Inés Lorca, presidenta de la Asociación de Antiguas Alumnas de las Mercedarias: “Acuden lorquinos, pero también muchas personas de poblaciones limítrofes, porque San Blas en muy venerado”
Dice el refranero: ‘Por San Blas, la cigüeña verás, y si no la vieres, mal año esperes’. Por lógica es difícil ver cigüeñas sobrevolando la Ciudad, porque no es una zona muy dada al interés de estas aves que prefieren Extremadura, Castilla La Mancha y, sobre todo, Andalucía antes de emprender viaje hasta tierras de África. Pero los lorquinos tienen muy claro que se acerca San Blas por los aromas que llegan desde el Convento de la Consolación de las Madres Mercedarias.
Estos días es un placer transitar por la calle Cava, Zapatería y Rojo donde los aromas a matalauva se dejan sentir con intensidad a través de las ventanas del viejo monasterio. “Empezamos hace algunos días el tradicional envasado en el que nos damos cita cada día una veintena de antiguos alumnos y amigos de la Merced. Es una tarea muy laboriosa que también compartimos con las monjas Mercedarias. Se acerca San Blas y hay que tener envasados los ‘rollicos’ y listas las reliquias”, ha afirmado este lunes Inés Lorca, presidenta de la Asociación de Antiguas Alumnas y Amigos de la Merced.
De esta última tarea, la de hacer las reliquias del santo, se encargan las monjas del convento. “Son cuatro mil las que se pondrán a la venta, por lo que el trabajo nos lleva prácticamente todo el año. Destinamos a esta labor nuestros ratos libres de la mañana o de la tarde. Son muy laboriosas. Las realizamos con lana y seda. Son de distintas tonalidades, blancas, azules, amarillas, verdes, rojas, rosas… para que cada uno pueda elegir la que más le guste. Es una tradición que hacemos con gusto”, ha explicado la hermana Francis, una de las religiosas Mercedarias.
Los ‘rollicos’ son envasados en pequeñas bolsitas que contienen, cada una, 14 dulces. “Cada año hacemos más, pero afortunadamente, se nos agotan rápidamente. En alguna ocasión hemos tenido que realizar una nueva hornada para ponerla a la venta al día siguiente ante la insistencia de los fieles. Es una tradición que ha ido pasando de padres a hijos que no solo cumplen los lorquinos, sino también muchas personas que acuden de poblaciones limítrofes. Este año se ha elaborado casi media tonelada de ‘rollicos’, unos 300.000 dulces, que se venderán, la bolsa, a 1,70 euros. Mientras que las ‘reliquias’ costarán 2 euros”, ha detallado Inés Lorca.
El ‘puestecillo’ donde se podrán adquirir las reliquias y ‘rollicos’ de San Blas se instalará en el edificio Merced Raíces y Futuro, frente al colegio Madre de Dios de las Mercedarias, en la calle Zapatería, a partir de las 10 horas. Antes, a las nueve de la mañana, se celebrará una eucaristía en el salón de actos del Colegio Madre de Dios, en la calle Cava, que oficiará el párroco de la iglesia de Santiago, José Manuel Martínez Rosique. En el transcurso de la misa será la bendición de los ‘rollicos’ y reliquias de San Blas. “Invitamos a todo el que quiera asistir a acudir a la celebración que se llevará a cabo en el colegio”, ha asegurado Lorca.
Tras la ceremonia se iniciará la venta, pero también se podrá contemplar el grupo escultórico ‘El Milagro de San Blas’, de Salzillo, del siglo XVIII. La escultura únicamente se puede contemplar en este día y en la ‘Noche de los Museos’, ya que se custodia en el Convento de la Consolación.
El conjunto escultórico narra la secuencia, el preciso instante, del milagro realizado por San Blas, obispo de Sebaste (Armenia). La obra integró la factura de la primera edición de la exposición ‘Huellas’ que tuvo lugar en la catedral de Murcia.
La escultura representa el milagro realizado por el santo al resucitar a un niño de pocos meses asfixiado por una espina de pescado atravesada en su garganta. La madre, arrodillada junto al obispo, le presenta al hijo muerto que, desnudo, yace inerte sobre sus brazos.
San Blas está representado con los atributos episcopales, la mitra, el báculo y la capa pluvial. El santo inclina levemente su cabeza hacia el niño mientras extiende su brazo derecho cuya mano plasma el poder taumatúrgico en sus dedos abiertos y extendidos. “Se podrá visitar a San Blas durante todo el día hasta las ocho de la tarde”, concluía la presidenta de la Asociación de Antiguas Alumnas y Amigos de la Merced.