El Restaurante aguileño Casa Menéndez vuelve a estar en la batalla para optar a «la mejor fabada del mundo»
Ha sido seleccionado junto a otros 16 restaurantes de fuera de asturias
El jurado de la duodécima edición del concurso ‘La mejor fabada del mundo’ ha seleccionado ya a los diecisiete restaurantes, uno de ellos Casa Menéndez de Aguilas, que sirven el plato más conocido de la gastronomía asturiana para participar en la semifinal nacional del certamen, que se disputará el próximo lunes, 7 de marzo, en la sede del Centro Asturiano de Madrid.
Tras visitar establecimientos que ofrecen fabada en quince ciudades españolas de fuera del Principado, los organizadores han escogido a los 17 restaurantes que competirán por situarse entre los cinco que pasarán a la final del concurso junto a los veinte que serán elegidos en Asturias
La relación de establecimientos seleccionados está formada por Agüita Salá (Marbella), Casa Hortensia (Madrid), Casa Menéndez (Águilas, Murcia), De Rechupete (Zaragoza), Del Carmen (Ugena, Toledo), El Furacu (Barcelona), El Secreto de Humphrey (Granada), La Guisandera de Piñera (Madrid), La Taberna (Torres de la Alameda, Madrid) y La Taska (Valencia).
Además, en la semifinal nacional participarán Los Platos de Soto (Bendinat-Calviá, Mallorca), Mediterráneo (Benajarafe, Málaga), Mesón La Alhambra (Valdemorillo, Madrid), Mesón Sidrería Arturo (Madrid), Pancipelao (Madrid), Sidrería Asquas (Madrid) y Taberna Asturiana Zapico (Toledo).
La final del concurso, en el que en sus once ediciones anteriores siempre ha vencido un restaurante asturiano aunque ya en 2021 el madrileño Casa Hortensia obtuvo la segunda posición, se celebrará el próximo 22 de marzo en Villaviciosa.
El restaurante «La Consistorial» de Mieres se alzó en la pasada edición con el primer premio en la final del concurso mientras que el Mesón Sidrería Arturo, también de Madrid, se hizo con el galardón al mejor compango.
La fabada es un plato tradicional de la gastronomía asturiana de origen incierto consistente en un cocido de fabas, una variedad de judía grande y de color banco, al que se le incorpora el compango, como se conoce al acompañamiento cárnico de chorizo, morcilla de cerdo y tocino entreverado.
Este plato, que ha ido ganando adeptos fuera de la región y ya forma parte de la carta de restaurantes de muchos lugares de España e incluso de algunos países de Iberoamérica, debe cocinarse a fuego muy lento durante varias horas para evitar que se rompan las fabas y lograr que el caldo vaya ligando.