Muestras de devoción por el Cristo de Medinaceli ayer en Águilas
Durante todo el día los aguileños cumplieron con la tradición del besapié del Cristo
Un gran número de personas acudieron durante todo el día de ayer a la Capilla del Cristo de Medinaceli cumpliendo de esta manera una antigua tradición que se celebra todos los años el primer viernes del mes de marzo. A primera hora de la mañana las puertas de este recinto se abrieron para acoger a todos los fieles que año tras año acuden a su reencuentro con la imagen del Nazareno de rostro tranquilo y manos entrelazadas.
Tras unos minutos de oración y recogida espiritual, en los que los vecinos de Águilas mostraron su devoción ante la imagen llegó el momento más tradicional, el del besapié de la imagen, a la que se le atribuye la capacidad de obrar milagros.
Ya entrada la tarde se ofició una misa especialmente emotiva a la que acudieron, como en años anteriores, un gran número de vecinos y es que cada año son más los fieles que acuden a esta cita para mostar su veneración a la imagen de un Cristo cuya tradición se remonta al siglo XVII.
Cuenta la historia de esta imagen que fue rescatada de manos árabes, motivo por el cual durante muchos años este busto de Jesús Nazareno fue llamado “Cristo del Rescate”, hasta que años después pasó a ser conocida como Cristo de Medinaceli, denominación que mantiene actualmente.
La devoción por esta imagen alcanza a casi todos los puntos de la geografía española, siendo Madrid uno de los principales sitios, pues cada año son miles las personas que hacen cola en las inmediaciones de la Basílica del mismo nombre, tradición que cumple también año tras año la Familia Real.
En el caso concreto de Águilas, las visitas son también constante durante todo este primer viernes de Cuaresma. Curioso es también la cantidad de niños que acuden a esta celebración, y es que la creencia y el cariño por este Cristo se hace patente en los aguileños desde bien pequeños.
Tras cumplir con la tradición los fieles pueden pasar por la mesa que se ha instalado, como todos los años, dentro de la Capilla y en la que se ponen a la venta medallas, rosarios, reproducciones de la imagen y sobre todo estampas con la imagen y una oración, producto este último que es el que más se venden pues casi todos los que acuden quieren llevarse a sus casas un recuerdo de este señalado día.