El Carnaval de la Noche despertó la fiesta

Cada año son más los que optan por disfrazarse este día, guardando los mejores trajes para el lunes.

Los sábados de Carnaval son muchos los grupos que, desde el mediodía, toman las calles luciendo los disfraces más dispares. Una iniciativa a la que cada año se suman más grupos de Carnavaleros que deciden reunirse en divertidas comidas que se prolongan “hasta que el cuerpo aguante”. Este año ha aumentado el Carnaval en este aspecto, y La Glorieta ya estaba a rebosar ante de que cayera la noche.
En este sentido, cabe destacar, que el Carnaval de la noche del sábado se caracteriza por ser mucho más desenfadado, informal y divertido, en lo que al atuendo se refiere que el del lunes, que es “la noche” por excelencia.
La del sábado se convierte en la noche en la que todo vale, y en la que cualquier disfraz es bueno siempre y cuando asegure la diversión y el entretenimiento hasta altas horas de la madrugada.
La climatología acompañó tanto el sábado como el lunes y las calles volvían a llenarse de traviesos demonios, elegantes romanas, sensuales corsarias, dulces campanillas, duros boxeadores, lolitas colegialas e, incluso, en un guiño televisivo, congelados protagonistas del spot de moda en televisión.
En definitiva, una noche, la del sábado, en la que las calles se llenan de color, magia y disfraces, sin olvidar, que se trata que es el día que más visitantes recibe la localidad. Personas, procedentes de todos los puntos geográficos, que, aprovechando el fin de semana, deciden integrarse dentro de la fiesta grande de la localidad.

Mayor número de disfraces

Si hay una nota característica que podría definir el sábado y el lunes de Carnaval fue el desmesurado aumento en el número de personas disfrazadas.
El pasado sábado resultó casi imposible descubrir a alguien que no ocultase se rostro tras una máscara o su pelo bajo una peluca. Pocas veces como este año se vio un número tan elevado de disfraces que aportaban a las calles, abarrotadas de gente y con el bullicio propio de estas fiestas, un bello muestrario del colores más diversos y los modelos más imaginativos.
Característica fue también la proliferación peñas que, bien sobre una plataforma o a pie, llenaron todos los rincones aguileños.
Entre las peñas “motorizadas” destacó, desde primera hora de la mañana, el Equipo B. Sus más de cuarenta componentes, en esta ocasión bajo la apariencia de “Putonato Musical del Auditorio”, recorrieron las calles a borde de su ya popular autobús sin dejar “títere con cabeza”. Estas sensuales “señoritas”, bien provistas de cuerva, el mágico elixir que no puede faltar en estas fechas, derrocharon descaro, ironía y una divertida burla de todo cuanto encontraron a su paso.Por cierto, inauguraron el Auditorio Infanta Elena.

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