La Pasión se adueña del Viernes Santo


Un año más los aguileños han salido a la calle para contemplar los desfiles pasionales, y dar muestras nuevamente de su fervor religioso a la vez que testimonio de su incondicional adhesión a una festividad que cada año va tomando mayor relevancia en la localidad.

Alrededor de las once de la mañana comenzaban a formarse los diferentes “pasos” para comenzar su desfile por las calles aguileñas tras el bello y tradicional “encuentro” que tiene lugar entre la Virgen de Los Dolores, el Nazareno y San Juan, en la confluencia entre las calles Luis Prieto y Juan Carlos I.
Tras este emotivo momento, los Pasos Encarnado, Blanco, Morado y Azul iniciaron un recorrido que concluyó en la Iglesia de San José con la recogida de la Virgen de Los Dolores, protagonizando otro de los momentos más concurridos de la Semana Santa.
Cofradías como la de “San Juan Evangelista y la Verónica”, con un trono portado únicamente por mujeres, dieron lo mejor de sí para que la procesión resultara de lo más fluida y acompasada.
La Cofradía de “Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísima de la Soledad” procesionó con la imagen del Nazareno portadas por costaleros que realizaron todo el recorrido ocultos bajo las trabajaderas del Paso y con la única guía de la voz del capataz, un esfuerzo que, sin duda, bien merece los aplausos del público que se congrega en el recorrido cada vez que las imágenes son “levantadas” para proseguir su camino.
También salió el Paso Azul, cargando sobre los hombros de más de 120 portapasos, que este año han estrenado túnica, la imagen de Nuestra Señora la Virgen de los Dolores, patrona de Águilas, quien tuvo su jornada de celebración el viernes anterior al de Pasión, y el Encarnado con la imagen del Santísimo Cristo de la Columna.
A la procesión se sumó, durante la jornada nocturna, la Cofradía del Santo Sepulcro, además del Cristo de la Sangre y la Virgen de la Soledad, a quien durante la noche acompañaron un gran número de manolas.
En esta edición de la fiesta han procesionado más de 1.500 personas, haciendo posible, un año más, el milagro de la representación viva de la pasión, muerte y resurrección del padre del cristianismo. Todos ellos han dado nuevamente lo mejor de sí para que cada año aumente la relevancia de los desfiles pasionales aguileños, objetivo que, sin duda, se está cumpliendo, teniendo en cuenta las numerosas novedades que de manera paulatina se van incorporando a las diferentes agrupaciones de la localidad. Novedades, todas ellas, a las que el pueblo ha respondido con su respaldo absoluto, siendo participes de cuantas celebraciones se han sucedido durante esta Semana de Pasión.

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