La procesión del Resucitado pone el broche de oro a la Semana Santa
El Domingo de Resurrección, la procesión del Cristo Resucitado ponía el broche de oro a la Semana Santa aguileña.
A las ocho de la mañana, la imágenes del Cristo y de San Pedro salían de la iglesia de Nuestra Señora del Carmen para recorrer las calles Antonio Manzanera, Floridablanca, Castelar, Plaza de España, Conde de Aranda y Juan Carlos I.
Ambos iconos eran portados a hombros por los portapasos de esta Cofradía en una bella procesión que finalizó dos horas después de nuevo en la iglesia del Carmen, lugar donde el trono que portaba al Resucitado se encontraba con el de la Soledad; era entonces cuando se producía uno de los momentos más emotivos bajo una intensa lluvia de pétalos de rosa.