La iglesia de San Patricio no volverá a contar con su escalinata, quedando desmontados «todos los bulos y manipulaciones» de los últimos días
Los informes oficiales elaborados por los técnicos zanjan la polémica y califican la actuación que se está realizando como “conveniente” y “urgente”, y señala como “solución definitiva” retirar la escalera y “prolongar el muro”
Mientras el PSOE ha tenido que reconocer que miembros de su equipo de Gobierno querían retirar las escaleras la pasada legislatura, Izquierda Unida se ha abstenido en la votación del dictamen aludiendo a la información que había conocido en el transcurso de la comisión
En la escalera no quedaba ningún elemento histórico desde la década de los 70, esa es la verdad, tal y como evidencia la documentación oficial aportada y los análisis de los expertos, que contrarrestan toda la desinformación lanzada hasta la fecha
El portavoz del PSOE, Diego José Mateos, aseguró tras la comisión informativa que ésta reveló «una serie de preocupantes irregularidades en el proceso de demolición»
Este miércoles, el consistorio lorquino fue escenario de una Comisión Informativa sobre la demolición de la escalinata de San Patricio con la participación de todos los partidos políticos y técnicos municipales.
Las intervenciones e informes aportados por hasta cuatro técnicos municipales de diferentes áreas del Ayuntamiento, han confirmado que la supresión de esta escalera, “parece conveniente y hasta urgente”, rematando que “quitar la escalera y prolongar el muro parece ser la solución definitiva más conveniente, al no quedar ningún elemento histórico desde la década de los 70″.
La edil de Presidencia y portavoz del Ayuntamiento, Rosa María Medina, ha manifestado que «ha sido un baño de realidad para la oposición, que ha recibido una severa corrección en todas y cada una de las intervenciones de los técnicos, desmontando todas sus mentiras. La razón se ha impuesto a la manipulación». La reunión ha resultado particularmente reveladora, en especial cuando al PSOE se le ha recordado que la sesión informativa se celebraba en el edificio del Ayuntamiento, en cuyas obras de reforma destruyeron y alteraron múltiples elementos que contaban con alto grado de protección patrimonial, como la escalera del salón de plenos y la totalidad de la segunda crujía del Consistorio Municipal.
Mientras el PSOE ha tenido que reconocer que miembros de su equipo de Gobierno querían retirar las escaleras la pasada legislatura, Izquierda Unida se ha abstenido en la votación del dictamen aludiendo a la información que había conocido en el transcurso de la comisión. “En el transcurso de la Comisión Informativa de Territorio han perdido la razón y las formas, con acusaciones personales fuera de lugar”, ha reiterado la edil de Presidencia y portavoz del Ayuntamiento.
Ha quedado demostrado que la escalera tenía el mismo interés y protección que el tabique de cualquier piso construido en la década de los 90, y era el resultado de una intervención que ha sido calificada en los informes de los expertos como “bastante desafortunada”, puesto que “la poca profundidad de estos nuevos escalones unida a la excesiva pendiente, vuelven la escalera casi impracticable”, añadiendo que “es evidente que en los últimos decenios ninguna reforma practicada en esta escalera ha dado resultados óptimos porque no parece concebida para su utilización. Pendiente pronunciada, peldaños muy estrechos y ausencia de pasamanos la hacen impracticable por su nula seguridad, concluyendo que “el mantenimiento de esta no responde hoy a utilidad alguna, no cumpliendo tampoco con los criterios más puristas de restitución de la original del siglo XVIII”.
La jefatura del servicio de Patrimonio Histórico de la dirección general de Patrimonio Cultural afirmó textualmente sobre la eliminación de estas escaleras que “la actuación propuesta está fuera de la declaración de BIC”, ratificando su nulo interés histórico.
No era original
La escalera no estaba en la concepción original del templo. Posteriormente se llevaron a cabo múltiples intervenciones, que fueron derribadas totalmente en los 70, cuando “los sillares de piedra del siglo XIX que constituían los peldaños de la escalera fueron retirados en su totalidad”, y en 1996 se realizaron las que ahora se han retirado.
El informe evacuado al efecto por parte de la ingeniería civil del Ayuntamiento ha apuntado, además, que los trabajos en marcha están sirviendo para mejorar el inmueble de la antigua Colegiata, retirando materiales residuales tales como trozos de adoquín, azulejos, plásticos y piezas de madera utilizados como relleno en los años 90.
Tal y como se detalle en su informe, los materiales retirados de esta escalera en la primera fase de las obras corresponden a los años 70 y 96, tales como piedras, bloques de hormigón, mortero de cemento y ladrillos, apoyados en una solera de hormigón en masa sobre zahorra de relleno, concluyendo que se trata de una “retirada de materiales modernos que se encuentran muy deteriorados y que no afecta a elementos protegidos”.
Respuesta del PSOE
El portavoz del PSOE, Diego José Mateos, aseguró tras la comisión informativa que ésta reveló «una serie de preocupantes irregularidades en el proceso de demolición» que «plantean serias dudas sobre delitos patrimoniales que no pueden pasar desapercibidos».
Citó la «falta total de supervisión arqueológica», pese a que la legislación vigente en la Región de Murcia establece que cualquier intervención en un edificio catalogado como bien de interés cultural o en su entorno debe ir acompañada de una meticulosa supervisión arqueológica para preservar posibles descubrimientos históricos.
Añadió que «en lugar de desmontar las escalinatas de forma adecuada se optó por una demolición directa, violando claramente la normativa y poniendo en riesgo el patrimonio histórico y cultural».