Ya son varios días lo que el cielo permanece gris sobre nuestras cabezas, además de haber descargado más de una tormenta, alguna de ellas de dimensiones poco habituales, generando inundaciones y desperfectos. Parece ser, no obstante, que lo peor ha pasado y solamente quedan algunas jornadas más de “nubes negras”, pero, al parecer, sin riesgo de lluvias torrenciales.
Sin embargo, e independientemente de la meteorología propiamente dicha, todo apunta a que el cielo aguileño se encuentra “turbio” desde hace tiempo que así va a permanecer a lo largo de otro tanto. Nadie se “aclara” respecto a cuánto se van a prolongar estos “nubarrones” que tienen revolucionadas a muchas cabezas pensantes aguileñas.
¿Qué pasará al final? ¿Se despejará el cielo y podremos ver con claridad el panorama? Es de esperar que sí, aunque con dificultad, por supuesto. Todo se hace aquí tras muchos esfuerzos; se pone muy ardua la tarea de “descorrer velos”, “despejar cielos”, etc. En último caso, queda la esperanza… aunque solamente sea para descubrir que el panorama “tiene nombre”.