El granizo se ceba con los viñedos de Jumilla y se estiman unos daños de 35 millones de euros

 

La tormenta en cuatro partes que tuvo en vilo los municipios de Jumilla y Hellín el pasado sábado 10 de mayo, deja serios daños en gran parte de los viñedos situados entre el suroeste y el sureste de la Denominación de Origen Protegida Jumilla, afectado a más de 4.700 hectáreas viñedo y un total de 20.000 hectáreas de tierra de cultivo.

 

La granizada entró por las pedanías de Hellín, al suroeste de la Denominación de Origen, afectando las pedanías de Las Minas e Isso y, con mayor virulencia, la pedanía de Agramón donde ha dejado pérdidas millonarias en infraestructuras y el sector agrícola.

Algunos de los caminos rurales del municipio de Hellín son intransitables.

 

Mientras, la Oficina Comarcal Agraria de Jumilla calcula un 65% de media de daños en parcelas de viñedos, con una pérdida de valor medio de producción de 35 millones de euros.

 

Los Ayuntamientos de Jumilla y Hellín, ya están gestionando la solicitud de zona catastrófica. La secretaria del Consejo Regulador, Carolina Martínez Origone, comenta “La tormenta del sábado venía desde la Sierra del Segura, en la zona de Letur, y la nube fue barriendo por todas las pedanías de la parte sur de Hellín, el casco urbano de Jumilla, llegando hasta Pinoso y Yecla. Durante su trayectoria fue descargando granizo, unas veces acompañado de agua y otras no, afectando a la casi totalidad del viñedo que se encontraba a su paso. En otras zonas del término municipal, hay daños menores, y como el territorio de la DOP Jumilla es tan grande, hay muchas otras áreas que no se han visto afectadas.”

 

En un año en el que las lluvias traían esperanza a los viticultores, tras tres años arrastrando una intensa sequía, los daños ocasionados por el granizo sobre las vides recién brotadas, que van desde la pérdida de parte del follaje hasta la destrucción total de los brotes, en la mitad sur de la Denominación de Origen, indican que tendremos una cosecha muy limitada.

 

“La planta puede volver a brotar, una vez salga de su letargo en el que se encuentra tras el daño, pero será muy complicado que vuelva a aportar fruta, por lo que podemos declarar la cosecha prácticamente perdida”. – Nos indican los viticultores afectados. También desde COAG Jumilla recuerdan que existen otros daños materiales de gran envergadura en las parcelas, especialmente las de pendiente acusada, daños innumerables en infraestructuras, roturas de elementos estructurales, arrastre de tierras y perdida de la capa fértil.

 

 

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