Las playas de Águilas y Lorca abrirán con vigilancia por drones
Así lo establece el borrador elaborado por el Instituto de Calidad Turística de España (ICTE) en colaboración con las comunidades, ayuntamientos y sindicatos
Cada vez queda menos para que las playas españolas vuelvan a abrir para el baño y parece que será con control de aforo y se organizará también la zona de hamacas y sombrillas.
Según el borrador elaborado por el Instituto de Calidad Turística de España (ICTE) en colaboración con las comunidades, ayuntamientos y sindicatos, al que ha tenido acceso EL MUNDO,
Los ayuntamientos, que normalmente son los gestores de las playas, elaborarán un plan de contingencia para conocer cuál es la capacidad de cada playa y así establecer un aforo máximo. También se tendrá en cuenta las características de la playa, ya que si tiene más corriente de aguas se permitirá el acceso a menos personas. Además, también se tendrá en cuenta si hay zonas de ocio, como pueden ser las porterías de Las Delicias o parques infantiles.
Esto ya lo aviso la Alcaldesa de Águilas, Mari a Carmen Moreno, que, en una entrevista a La Actualidad advirtió que la idea era llevar a cabo un protocolo para cada playa porque en la localidad hay muchas y muy diferentes entre sí.
En cada playa se deberá indicar su aforo máximo permitido mediante cartelería y, si no es posible, por megafonía. Así, para vigilar que el aforo máximo sea el establecido, los ayuntamientos reforzarán la seguridad o incluso se controlará con drones.
También se vigilará que se respeta la distancia de seguridad a la hora de entrar y salir de la playa, para evitar colapsos. «Se establecerán entradas y salidas diferenciadas en las playas con el fin de asegurar la distancia interpersonal», dice el texto. Si se sobrepasa el aforo permitido, hay bañistas que se quedarán fuera.
El protocolo también recomienda señalizar los espacios que pueden ser ocupados por los usuarios, como sombrillas o hamacas. También se considerará «cómo asegurar que los usuarios en primera línea de playa guardan la distancia de seguridad respecto a los usuarios en la orilla».
En definitiva, serán los gestores de las playas los encargados de valorar el espacio que tienen, la gente que cabe y cómo organizar estos flujos para que se mantenga siempre una distancia entre las personas y grupos.