Reportaje: La coordinación del equipo humano garantizó el éxito de los trabajos de restauración del servicio de agua tras los terremotos

José Ruiz, Modesta Pérez, María Teresa Pérez y María Dolores Valverde, empleados de Aguas de Lorca, recuerdan aquellos días 10 años después

Modesta Pérez es una de las trabajadoras más antiguas de Aguas de Lorca. Conoce al detalle el funcionamiento de la organización. Para ella, la coordinación entre los equipos de trabajo, la predisposición y la disponibilidad de los trabajadores fue la clave para una buena gestión en los terremotos. “Era una situación extraña, porque teníamos que trabajar y al volver a casa te encontrabas en una situación similar a la de las personas que habías atendido, pero seguíamos trabajando”.
Tras los seísmos, lo único en lo que pensaban los trabajadores era que nadie de su familia, amigos o compañeros hubiera sufrido ningún daño físico. Todo lo demás pasa a un segundo plano. “En mi caso, tuve que salir de mi casa ese mismo día, con dos niños de cinco años y embarazada de dos meses y no entré hasta ocho meses después que finalizaron las obras de reparación de desperfectos. Mi familia y yo salimos de casa con lo puesto y nos fuimos a una segunda residencia familiar que tuvimos que compartir con otra familia situada en una pedanía de Lorca y allí permanecimos hasta que se repararon los desperfectos de mi vivienda” recuerda María Dolores Valverde, responsable de Operaciones.
Para José Ruiz, responsable de GIS (Sistema de Información Geográfica), “era difícil saber cómo te sentías. Lo primero que sucede es que todos corren alrededor, en todas direcciones, no sabes bien el alcance y la telefonía móvil se viene abajo. Dormir era impensable ni el cuerpo conseguía sosiego para ello. Durante meses nos perseguían los sonidos de las sirenas o ese estado de alerta continua ante el menor movimiento o ruido”.
En un momento así “se aprende a guardar la calma, a no dejarse llevar por la situación, a trabajar coordinados y en equipo”. Estas palabras de María Teresa Pérez, responsable de Depuración, coinciden con el sentimiento de todos sus compañeros. Para Modesta, responsable del departamento de Clientes “fue esencial mantener la calma con los clientes que estaban en situaciones muy duras, ayudarles en las gestiones con nosotros o con cualquier otra”. Por su lado, María Dolores destaca que “en Aguas de Lorca todos los trabajadores somos conscientes de que prestamos un servicio público esencial y que en los momentos difíciles hay que estar presentes, así que solo puedo decir que se piensa poco en la situación personal y mucho en resolver este tipo de situaciones de la forma más satisfactoria posible”.
“No puedes dejar a la población sin suministro, y fue necesario reforzar algunos puntos donde se establecieron campamentos improvisados para que tuviesen agua” explica
José Ruiz. En ningún momento se interrumpió el servicio de agua potable y las averías fueron reparadas en tiempo récord. Esto fue gracias a los avances tecnológicos con los que cuenta Aguas de Lorca. Los trabajadores son plenamente conscientes que un servicio así no se podría prestar sin tecnología avanzada inteligente de gestión y control remoto. “Llevamos más de 20 años apostando por desarrollos tecnológicos que nos permiten gestionar de forma eficiente nuestras redes y sería impensable dar un paso atrás en este aspecto. Año tras año, se incorporan desarrollos que mejoran la rapidez en los datos, ofrecen información adicional y nuevas técnicas de control” destaca María Dolores.
Todos los esfuerzos iban encaminados a evitar pérdidas de agua que pudieran agravar la situación de las edificaciones dañadas. “Se cortaron barrios enteros para evitar fugas y que el desastre fuese mayor”, recuerda José Ruiz. Para eso, Aguas de Lorca cuenta con un servicio de telemando donde están identificadas todas las redes y acometidas controladas a través de contadores y organizados por sectores y subsectores en la ciudad y pedanías. Esto permitió que, a través de una gestión avanzada de búsqueda de fugas, se realizara un análisis de caudales suministrados en tiempo real y pudieron detectar así las posibles anomalías con respecto a horas o días anteriores al terremoto. Identificadas las anomalías se organizaron brigadas de reparación que se desplazaban al lugar señalado para cortar el agua y reparar las averías. Esta gestión evitó que la situación en muchas edificaciones se agravase por escapes de agua.
Para María Dolores, la gestión que se realizó de los datos del telemando en coordinación con el equipo humano fue lo que garantizó el éxito de los trabajos de restauración y reposición de los efectos del terremoto en los servicios de agua. “Establecimos un centro de control de emergencias desde el cual se dirigía al equipo humano en gestión avanzada de búsqueda de fugas. Además, ante esta situación de emergencia Aguas de Lorca contó con el apoyo incondicional de todos los medios y el equipo humano de Hidrogea que se desplazó a Lorca para apoyar en las labores de coordinación, gestión y ejecución de trabajos”.
En el departamento de depuración la colaboración de todos los trabajadores permitió abordar los posibles daños y actuaciones de manera muy ágil. “Los operarios que estaban en las depuradoras en esos momentos realizando su turno de trabajo se quedaron en las instalaciones poniéndose desde el primer momento en una situación personal segura y revisando más tarde que todo funcionara, eso permitió dar garantía en el tratamiento de las aguas residuales de Lorca en esos momentos de incertidumbre”, asegura María Teresa.
La responsable de Clientes, Modesta, recuerda “la cantidad ingente de solicitudes de baja que tuvimos que gestionar, algunas de ellas, el mismo día 12, a clientes que habían perdido su vivienda, personas que llegaban en estado de shock…”
“Me sentí orgullosa del equipo de trabajo que formamos, todos dimos lo mejor de nosotros mismos para solucionar los problemas de nuestros vecinos, cortando el agua en acometidas en edificios que tenían roturas interiores que podían agravar la situación de las maltrechas estructuras, solucionando roturas en las redes provocadas por el terremoto, controlando que la calidad del agua suministrada no se viera afectada”, recuerda diez años después María Dolores.
Por eso, hoy el gerente de Aguas de Lorca, Antonio Franco destaca el orgullo que siente “al contar con una plantilla tan comprometida con la ciudad, tan preparada profesionalmente y con una vocación de servicio público tan destacada”.

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