Las frutas

Hoy he decidido no sufrir, no enfadarme. Hoy no veré ni oiré ni leeré las noticias, y si por narices he de enterarme de algo, miraré al mundo como lo hacen las bestias. Los búfalos no saben de los leones que atacan y matan a sus congéneres en Sudáfrica, pacen tranquilamente en las praderas sin sufrir por sus hermanos, por qué preocuparse por los mercenarios occidentales que matan a unos iraquís, hermanos nuestros, si no conocemos ni a los mercenarios ni a los iraquís, si nos son tan lejanos como los lejanos búfalos.

Cuando vea un crimen haré como las hienas, me reiré y esperaré para comérmelos sin mayor remordimiento.

¿Que una riada se lleva a mil birmanos río abajo? nada, me carcajearé con dientes de cocodrilo feliz, comida gratis.

Cuando sienta temblar la tierra,¡en China¡ seré mas fiera que Stone, sacaré mis más negros instintos básicos y me alegraré de que mueran miles de amarillos, por malos, por practicar una doctrina tan antigua como el comunismo en vez de seguir las enseñanzas de Lama, hala, que mal rayo parta a los que no se haya la riada o el temblor de tierra o los mercenarios o todas las catástrofes.

Cuando Solbes diga que bien que mal o que regular, pues pronostica variada y contractoriamente dependiendo de la presión atmosférica, pondré cara de búho, esperaré la noche, atraparé un ratón y me lo comeré tranquilamente a escondidas del Gobierno y de la Banca, que si se enteran son capaces de aplicarme el Euribor, el IVA, o cualquier tasa sin tasa.

Si alguien me habla de accidentes laborales en minas, barcos, edificios etc., muertes por malos tratos,violaciones, corrupciones, pondré cara de humano y diré cualquier cosa farisea que me pase por la mente.

Por eso cuando voy por la calle, sólo veo bestias por doquier, incluso dentro de mí hay una terrible. Parece que estamos en el tiempo de las bestias,únicamente éstas se ríen.

Por eso las numerosas frutas primaverales ya no saben como antaño, cuando cualquier fruta de temporada, alegraba el alma, ahora la comemos sabiendo, porque lo sabemos, que cientos de millones de humanos ni se imaginan que existen. La huerta murciana está sembrada de viejos frutales, unos árboles llenos de gotas de sangre y algunos con rabo como las cerezas.

Volviendo al principio, dejénme si son tan amables,que hoy me sienta y disfrute el verano a lo bestia, sin pensar en nada ni en nadie, lo necesito pues mañana podría estar en la picota.

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