«El flamenco es el camino que decidí tomar y del que espero no separarme jamás»

Nicolás Pelegrín nace en Lorca en el 1995 en el seno de una familia que no tiene tradición musical, pero su madre, María, siempre cantaba en casa al igual que se abuelo que «no lo hacían nada mal». Estudio en el colegio Sagrado Corazón de Jesús y el IES Príncipe de Asturias y después me marché a Murcia al IES Ramón y Cajal con el Bachillerado de Artes Escénicas.
Su afición por el flamenco, apunta, que le llega «bien de Camarón, de Morente, de otros muchos maestros, de mi época en la guitarra, la cual me ayuda día a día por cierto, considero imprescindible el conocer al menos a trastear la guitarra flamenca para cualquier cantaor/a)».

Resalta que su padre Antonio es su máximo «exponente» en cuánto a lo que una persona debe de ser… «él me ha enseñado todo tipo de valores mediante el ejemplo, es mi espejo y en quién siempre me fijo para actuar de una u otra manera, todos los que me conocen saben que detrás de mí está su figura, y no pierdo ocasión para ponerlo en valor. Todos los mis logros también son y serán suyos», añade

¿Sabemos que desde hace unos días ha sido seleccionado en el LX Festival Internacional del Cante de las Minas, que supone para usted?

Para mí supone una ilusión enorme, por todo el tiempo invertido en esto del cante, por supuesto también por el prestigio que tiene este festival, y por mis conocidos y mi familia, por todos los años de estar remando sin descanso junto a mí, en especial mi padre, un hombre humilde y luchador al que le debo absolutamente todo. Es un empujón y me anima a seguir confiando y creyendo en lo que hago.

¿Desde cuando está usted dedicado al cante Flamenco?

Yo venía de tocar la guitarra, de querer ser guitarrista, tuve como profesor a nuestro paisano el maestro Francisco el Lagunero, con el que guardo una especial relación y al que agradezco toda su ayuda y amistad. Pero fue con 18/19 años cuando me picó el gusanillo del cante, cuando escuchaba a maestros como Morente o Camarón, así como Miguel Poveda, Arcángel…yo empezaba a tararearlos y me di cuenta de que necesitaba empezar seriamente a cantar. Poco después accedí al Conservatorio Superior de Música de Murcia, con la ayuda de los hermanos guitarristas Juan y Julio Parra (que son 2 de las mejores personas que he conocido hasta el momento, desde aquí mi agradecimiento), en la especialidad de Cante Flamenco, donde aprendí gran cantidad de estilos del maestro Curro Piñana. A los dos años solicité el traslado a Córdoba y allí fue realmente donde las pasé «canutas» y donde me di cuenta de que este mundo es tan complejo como hermoso, estuve con profesores como David Pino; a quien guardo un gran aprecio, Charo Martín; mi tutora durante 3 años, a quién le debo grandísima parte de lo que sé a día hoy y a quién reconozco personalmente como una docente maravillosa, desde aquí mi agradecimiento a ella. Y por último el maestro Miguel Ortega, quién en los últimos tiempos me ha puesto las pilas !Y de qué manera!, espero poder contar con él muchos más años, es un enorme cantaor y una persona excelente. Por lo demás aquí sigo, siendo cada una de las partes que todos estos nombres (y alguno que se me habrá pasado) me han hecho ser. Siempre les estaré agradecido.

¿Cuando supo que esta era su pasión y su vocación?

La música siempre ha creado en mípasión, más en especial el flamenco. Después de todos estos años de experiencias maravillosas y de otras no tan buenas, ha sido precisamente entre este y el pasado año cuando me he dado cuenta de que  es y será mi vocación, a lo que quiero dedicar mi vida con todo el amor y la honradez posible. El flamenco es una música maravillosa llena de expresión, realista y cruda como la vida la misma, alegre, potente y vivaz como el fuego, es sin duda, el camino que decidí tomar y del que espero no separarme jamás.

Sabemos que es muy joven, que estudios esta realizando en este momento?

Estoy terminando los estudios de Interpretación de Cante Flamenco en el Conservatorio Superior de Música de Córdoba, y es en esa ciudad donde resido gran parte del año, al menos de momento.

En un futuro cercano, cuales son sus objetivos…

Tengo varios frentes abiertos y tendrá que pasar algún tiempo para ver que es lo mejor y más productivo para mí, pero de momento, terminar la carrera, hacer un máster…y más adelante ya veremos, tengo que ir paso a paso.

La música siempre ha creado en mí esa pasión, más en especial el flamenco por supuesto, y después de todos estos años de experiencias maravillosas y de otras no tan buenas, ha sido precisamente entre este y el pasado año cuando me he dado cuenta de que esta es y será mi vocación, a lo que quiero dedicar mi vida con todo el amor y la honradez posible. El flamenco es una música maravillosa llena de expresión, realista y cruda como la vida la misma, alegre, potente y vivaz como el fuego, es sin duda, el camino que decidí tomar y del que espero no separarme jamás

(…) quiero agradecer con el alma a todas las personas de mi tierra (Ayuntamiento, Peña Cultural Flamenca, Hostelería…) que están haciendo posible cualquier tipo de encuentro cultural, vivimos en tiempos complejos y entre todos demostramos que la cultura es segura. Por supuesto que sí.

Y como te tratan en Lorca a nivel artista…

En Lorca hay gente muy buena, bondadosa, humana y capaz a la que agradezco todos y cada uno de los gestos que haya habido hacia mi persona. Me considero una persona agradecida, valiente y sensata, pero no todo ha sido color de rosa en mi tierra, por desgracia. Me hubiera gustado haber cantado más aquí, cerca de mi familia donde todos hubieran podido verme, es una espinita que aún tengo clavada. Dicen que nadie es profeta en su tierra y yo…Pero yo tengo la fé de que esto debe de cambiar y yo siempre estaré dispuesto a hacer todo lo posible para que así sea, aunque hay alguna buena noticia a la vista que aún no puedo adelantar y de la que tengo especial ilusión y cariño. Quiero mandar un humilde mensaje a todos los pueblos y ciudades que tengan artistas, aficionados o personas interesadas en la cultura y que estén luchando por sus sueños; cuiden a los suyos, denle cobijo, consejo y calor, los jóvenes artistas lo necesitan, y es una pena el tener y conocer a demasiados compañeros con esta situación. Por otro lado igualmente quiero agradecer con el alma a todas las personas de mi tierra (Ayuntamiento, Peña Cultural Flamenca, Hostelería…) que están haciendo posible cualquier tipo de encuentro cultural, vivimos en tiempos complejos y entre todos demostramos que la cultura es segura. Por supuesto que sí.