Más de 150 personas arropan a los familiares del exconcejal aguileño represaliado por la dictadura Miguel Calvo Alcázar en su homenaje
La Casa de la Cultura «Francisco Rabal» acogía este martes el acto «Memoria y Dignidad», organizado por la asociación cultural Amanecer 31, en colaboración con la concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Águilas. Más de 150 personas acudieron al evento, donde se homenajeaba la memoria de Miguel Calvo Alcázar.
La periodista María Fernández fue la encargada de dar la bienvenida, agradeciendo una asistencia numerosa que «demuestra que nuestro trabajo interesa y es necesario». En su presentación, hizo hincapié en la esencia del proyecto de Amanecer 31, remarcando que «somos amantes de nuestra historia, nuestra cultura y nuestras tradiciones, y buscamos aportar luz mediante una línea de investigación independiente e imparcial».
Acto seguido, dio la palabra al historiador Pedro Javier López Soler, biógrafo del homenajeado, que en una conferencia disertó acerca de la relevancia histórica de la figura de Miguel Calvo Alcázar (1882-1948), conocido como el «Pigüé». Destacó que fue un líder campesino en la Marina de Cope, siendo partícipe de la fundación del Sindicato de Labradores de la UGT, así como de la Agrupación Socialista Aguileña, a la que representó como concejal entre 1931 y 1937. «Su vida pública, siempre vinculada a las necesidades de las diputaciones rurales y la población campesina, le llevó a ser perseguido por las autoridades franquistas, que, tras la guerra, lo condenaron a veinte años de prisión, de los cuales cumplió cuatro, regresando a su pueblo natal en un delicado estado de salud».
El cantautor yeclano Vicente Palao acompañó un año más a la asociación en la celebración de su ya tradicional evento veraniego. Ofreció un concierto dedicado a la memoria de Miguel, interpretando composiciones musicalizadas de poetas como Federico García Lorca, Rafael Alberti o Marcos Ana.
El momento más emotivo de la noche llegó al final de la velada, cuando los familiares de Calvo Alcázar, entre los que se encontraba su octogenario nieto Juan López Calvo, subieron al escenario para recoger una placa en reconocimiento a su dedicación pública. El texto de la placa decía: «El pueblo de Águilas a la memoria de Miguel Calvo Alcázar (1882-1948), en reconocimiento a su lucha en defensa de la democracia y los sectores más vulnerables de nuestra sociedad».
Tomó la palabra en representación de la familia, su tataranieto Joan López Quiñonero, quien comenzó su intervención agradeciendo la labor realizada por las entidades memorialistas y, en especial, por Amanecer 31. Sobre Miguel destacó que «era una buena persona, que lo único que hizo en su vida fue dar alimento y trabajo a la gente del campo que menos tenía», remarcando que «una persona buena nunca tendría que estar en la cárcel».
En último lugar, se dirigió, de nuevo, al público Pedro Javier López, quien dijo que «la lucha de Miguel el Pigüé fue por la libertad, siendo su herencia la libertad de todos». Lamentó que «esta democracia, que tiene tan buena memoria para quienes colaboraron y ascendieron socialmente durante la dictadura, se haya olvidado de quienes le hicieron frente». Terminó expresando que, con este homenaje, «Águilas repara una deuda histórica con uno de sus más comprometidos hijos».
El acto concluyó con Vicente Palao, quien interpretó la canción «A galopar» con la participación del público asistente.