El tonto de las banderas
En mi pueblo hablamos de una forma algo especial, según las circunstancias de cada momento o situación. Por ejemplo, cuando hablamos de un sujeto poco avispado y bastante torpón le llamamos directamente “tontolpijo” , por lo que da la tierra.
Cuando, por otra parte, nos referimos a un sujeto que hace un uso perverso de la condición de desinformado o poco ilustrado, le llamamos “ el tontolputo” , porque suele beneficiarse del despiste o de la compasión de los demás.
Y luego ya , cuando nos referimos a alguien que tiene una “taba” , o una fijación en algo concreto, que no merece la importancia que le da, entonces le aplicamos un complemento que retrata la fijación: en ese caso tenemos como ejemplo al “tonto-las-banderas” que podemos personalizar, en el momento actual, en ese tío pequeñajo con bigote Groucho que se llama Carod Rovira.
Es cierto que ya hubo precedentes con las torrijas por las banderas que nos dejaron boquiabiertos hace años, como la cuestión sobre qué banderas debían estar en los Ayuntamientos de las provincias vascongadas en las fiestas de verano. La verdad es que las discusiones entre los jóvenes del pueblo estaban más en si estaba la icurriña o la bandera española, en cual era más grande y en tonterías por el estilo que en si se tiraba una vaca o una cabra desde el campanario de la iglesia. Se podía, al parecer, llegar a un acuerdo mejor en el segundo caso que el primero.
Pero lo de esta semana pasada con el tal Carod nos deja aún más en la duda de si realmente es un payaso frustrado o si es que cada vez que sale de España, su país, su fin primordial es dejarnos en evidencia.
Acudir a un acto para reconocer el sufrimiento judío por el holocausto y homenajear a Isaac Rabin y hacer la espantada porque no estaba la bandera de una pequeña región española está tan cerca de una posibilidad como de la otra.
A los extranjeros, que suelen tener problemas más importantes que nosotros ( y especialmente los israelitas ) se les debe poner la cara a cuadros cuando un elemento como éste que exportamos les dice que no puede estar si no está su bandera :
–“…pero hombre si tenemos la española, que tiene los mismos colores pero con las rayas más gordas……” ,
–“….que no, que si no hay Casera, me voy…..”
Algún complejo de inferioridad oculto o mal resuelto debe explicar que este hombre haga lo posible por buscar portadas de telediarios. Si no, que me lo cuenten.
A ver si Ibarra se va a molestar cada vez que no se hable de las cerezas del Jerte.
A ver si Valcárcel se va a levantar de la mesa cada vez que no hay pimientos en la ensalada.
A ver si Esperanza Aguirre se va a ir cada vez que no se baile un chotis.
A ver si Ibarreche se va a molestar cada vez que no le reciba el capitán de la guardia civil de cada pueblo que visita. Bueno, quizá éste no haya sido un ejemplo acertado.
El caso es que al del bigote gordo habrá que empezar a pensar en sacarlo con correa, que se mea en cualquier sitio, con perdón.