El Papa Francisco se rebela a las grandes empresas y pide un salario mínimo universal y la reducción de la jornada laboral
El papa Francisco ha abogado por «un salario universal, para que cada persona en este mundo pueda acceder a los más elementales bienes de la vida» y por «la reducción de la jornada laboral», como medida para un mayor acceso de todos al trabajo.
«Este sistema, con su lógica implacable de la ganancia, está escapando a todo dominio humano. Es hora de frenar la locomotora, una locomotora descontrolada que nos está llevando al abismo. Todavía estamos a tiempo», aseguró el pontífice , en un mensaje con motivo del IV Encuentro Mundial de Movimientos Populares.
En él subrayó la necesidad de cambiar el actual sistema socio-económico y pidió a gobiernos, políticos, empresas y líderes religiosos que ayuden en este objetivo.
De este modo, instó a gobiernos y políticos a que «trabajen por el bien común», se cuiden de «escuchar solo a las élites económicas» y «sean servidores de los pueblos que claman por tierra, techo, trabajo y una vida buena» y a los líderes religiosos que «nunca usemos el nombre de Dios para fomentar guerras ni golpes de Estado».
Reivindicó asimismo «un ingreso básico (el IBU) o salario universal, para que cada persona en este mundo pueda acceder a los más elementales bienes de la vida», así como un análisis serio de la reducción de la jornada laboral como elemento redistributivo de la carga de trabajo entre la población.
