Un respiro para el conjunto aguileño
Después de tres derrotas consecutivas, el Águilas C.F. sacó por fin sus garras. Lo hizo el domingo en el campo de El Rubial frente a un rival, el Villa Santa Brígida, que poco pudo hacer frente a un equipo que desde el primer minuto de juego demostró su superioridad.
Sólo pasaban cuatro minutos del encuentro cuando Rufino del Burgo, gracias a un remate recibido desde la izquierda de Pablo Suárez, lograba inaugurar el marcador con un tanto que, para la afición, supuso la ruptura con la racha de mala suerte que hasta este partido parecía haberse cebado con el conjunto blanquiazul.
En la primera parte el dominio del equipo de Tino Luis Cabrera fue más que evidente. Las continuas jugadas de peligro se sucedían de manera imparable, a medida que los visitantes, en todo momento contra las cuerdas, no lograban crear emoción ni peligro, limitándose a ejecutar disparos largos que José Juan despejaba sin ningún problema.
El buen juego quedaba patente y no tardó en transformarse en gol. En el minuto 23, el remate de David Franch ponía el 2-0 en el marcador. Apenas 13 minutos después llegaba el tercero de la tarde gracias a la falta lanzada por Pablo Suárez que, como si de una bala se tratase, logró encajar el esférico por la escuadra, rompiendo la portería y minando los pocos ánimos que le quedaban a los canarios.
En la segunda parte del encuentro, la relajación del Águilas C.F. se reflejó en una menor intensidad en los ataques pero, ni con esas, el Villa Santa Brígida logró crear algo de juego. Los verdiblancos insistían con los disparos largos ante los que José Juan no estaba dispuesto a abrir su portería.
Pero no todo fue gloria para los aguileños. Precisamente durante los minutos de tanteo de la segunda parte del encuentro, una roja directa al local Rufino del Burgo dejó al equipo con diez jugadores y obligó a Tino Luis a plantear cambios estratégicos en el último momento. Aún con esas, los aguileños no se amedrentaron y en el minuto 74 David Franch conseguía el cuarto gol de la tarde en una jornada épica para los blanquiazules.