PEREIRA “LOS CUEVEROS”

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El primer dueño/ fundador de la tienda “los Cueveros” fue Francisco Casanova Amaten el año 1932. Ubicada en la calle Martínez Parra, al lado del bar “Lorito“estando en ese lugar unos 12 años y después la pasaron a la calle Isabel la Católica, nº 1, (esquina a la Plaza de abastos). Más tarde en el lugar donde estaba la tienda pusieron la taberna “El tío tinaja”.
Manuel Pereira López entró a trabajar entre otros en la tienda.
Francisco Cánovas Amat se fue a Méjico, quedándose de encargado el empleado de mayor edad, Manuel Pereira López(en esa época la tienda estaba tutelada por la embajada mejicana teniendo en la puerta la bandera de Méjico).
Con el Fallecimiento del dueño, a los dos años vino Sebastián, uno de los hijos herederos que estaba en Méjico y se llevó las cosas de valor de la tienda, liquidándola. Manuel Pereira López,se quedó con la tienda, y así fue como empezó su andadura como empresario.

Al poco tiempo hizo reformas en la tienda para mejorarla y ponedle su nombre “Tejidos Pereira”; pero también le llamaban los “Cueveros”, en honor al dueño anteriorque era de Cuevas.
En 1948 empezó a trabajar su hijo Francisco Pereira Campos con 8 años de edad, continuando con la labor que había empezado su padre. La tienda funcionaba muy bien en esa época se vendía “fiao”, en la mayoría de los casos la gente era formal y en algunos se perdía lo que debía y alcliente.
Los viernes por la tarde se cerraba ya que los sábados eran día de mercado, un día grade de ventas y se abría desde las 9 h. hasta las 21 h; las ventas eran muchas y había auténticos especialistas en ventas. Cuando se veía que alguien tenía dudas siempre se dejaba una pieza de trajes al corte debajo del mostrador y cuando le habían enseñado media tienda y no se decidían, al final sacaban el que tenían escondido, diciéndole que lo acababan de recibir y lo compraban, el lema y lo que repetía el jefe a los empleados era: “que nadie saliera de la tienda sin comprar”.
Lo que más se vendía eran piezas de trajes al corte ya que había cuatro sastres en Águilas, Juan “Bigote”, Jaime, Ángel Ferrer, y Martínez Rodenas. Se vendían muchas camisas y había más de 50 camisas del mismo color y talla, era una época que se vendía muchísimo. Un gran surtido de telas, sombreros, gorras, etc. Había mucha actividad y muchos empleados, a parte de su padre Manuel Pereira, estaban: Juan Cano, Francisco Jiménez, los hermanos Pedro, José y Antonio Cróuseilles, Paco Pereira, Rosa María, de cajera, y José Hernández, Pepito, “El salmonete, Agustín Roldan, Pedro Ruiz, Felipe Segovia, Manolo Escarabajal, “Rati”, de ayudantes, y alguno más que me dejaré.
En el año 1950 había unos 15.500 habitantes en Águilas. Paco, dice recodar que en los alrededores de la Plaza de Abastos había mucha actividad en la Calle Isabel la católica, en las navidades ponían varios puestos de frutos secos, entre otros “Icely”, el “Congüiro” y de turrones, venta de juguetes etc.
En esa época estaban: la mercería de los hermanos Aullón, la taberna de Antonio Navarro, Miguel Florenciano, Miguel Bo mbatí, José de Haro,

almacén de encurtidos y de higos que tenía mucha aceptación, el Martino, la tienda de Apolonia, la tienda de Morales, el estanco de Leandro, la pensión de María “Chinchilla”, Hotel de Rojas, La Tienda de Loza, me creo que la dueña se llamaba, Paca.
Dentro del poco dinero que había pues era una época muy dura y eran unos años de carencias, no había gente en las calles pidiendo, cada uno se adaptaba a lo que tenía y a pesar de todo eso, la tienda funcionaba muy bien.
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Por el año 1970 era tienda/almacén y durante muchos años fue referente en Águilas. Se vendía al por mayor y compraban casi todos los que vendedores ambulantes de la localidad y alrededores. Los empleados de Renfe y los pescadores se llevaban cosas y cuando cobraban se pasaban por la tienda y pagaban.
En 1990 empezaron a decaer las ventas por la zona, en los comercios, en la plaza de abastos, y fue cuando se cerró la tienda.
Podríamos contar muchísimas anécdotas. Por ejemplo en los 58 años que ha estado las dos tiendas abiertas esas paredes guardan muchas historias, algunas muy buenas y algunas tristes. Recordar por ejemplo, que hará unos 45 años, una clienta del Ramonete que había venido a Águilas pasó por la tienda y dijo que iba a ver a D. Clemente y estando en la tienda cayó al suelo y murió sin darle tiempo a ver al médico, algo muy desagradable.
Si te pedían alguna camisa que no tenías la talla que querían… simplemente le cambiabas el número de la talla y solucionado.
Por ese tiempo había una peña de carnaval compuesta entre otros por “los Campoy” y “Rostan” y llevaron un burro a la tienda para comprarle unos calzoncillos y querían disfrazar el burro también.
En 1990 cierra una de las grandes empresas de Águilas con 58 años de historia.

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