Hace apenas seis meses que un joven estudiante de Historia de la Universidad de Murcia iniciaba una hermosa andadura en este medio de comunicación dando a conocer, mediante sus estudios y fotografías, gran parte de esa historia de Lorca, desconocida en cierto modo para los lectores.
Andrés A. García Caro, conocido para sus amigos como Andrés, a secas, o incluso “Alex el lorquino”, tiene 21 años y ha nacido y se ha educado en uno de los Barrios Altos de Lorca, para ser más exactos en el de la Ramblilla San Lázaro, un barrio de personas trabajadoras y sencillas, que tal y como él define, “son de las que en verano se suelen asomar como una viva imagen del pasado en sus puertas a tomar el fresco”.
Muchas han sido las personas interesadas en ponerle cara a la pluma que, semana tras semana, destapa una nueva porción de la inagotable historia de nuestro municipio.
Pues bien, nuestro joven articulista estudió en el Colegio público de San José y desde muy pequeño se aficionó a las historias de nuestro pasado. Una vez terminado el colegio ingresó en el Instituto de educación secundaria Fco. Ros Giner donde termino la educación secundaria obligatoria y el actual bachillerato. Poco después se matriculó en la Universidad de Murcia, en lo que ha sido su pasión desde muy pequeño: la Historia.
Actualmente está terminando sus estudios. Desde el año 2009 empezó a descubrir la pasión por el pasado de su ciudad y región de Lorca y de los personajes que habían forjado la misma desde tiempos inmemorables.
Empezó a descubrir la Historia de Lorca de manos de un libro titulado –Historia de la ciudad de Lorca-, escrito por Don Francisco Cánovas y Cobeño, el cual llegó a sus manos a través de un familiar. Su segunda lectura fue la del escritor e historiador lorquino Joaquín Espín Rael (1875-1959), cuya biografía le llenó de “carisma, fuerza y constancia” a la hora de la labor histórica de investigación y continua lectura de trabajos y demás publicaciones. Uno de sus rincones favoritos es sin duda como muchas veces nos ha querido resaltar la abandonada y más que tri-centenaria Ermita de San Lázaro, cuyos restos aun siguen hoy en pie en lo más alto del Barrio de la Ramblilla San Lázaro, donde hemos comentado que vive Andrés A. y que significan para él mucho pues tiene desde siempre la sensación de que si un día se excavaran e investigaran podrían dar a luz a unos restos muy importantes para la Historia de la Ciudad y su barrio por supuesto.
Desde La Actualidad queremos agradecerle su colaboración y esperamos que dure mucho tiempo.