El pintor aguileño Pedro Juan Rabal expone en Lorca

El Centro Cultural de Lorca acoge desde el pasado 4 de Noviembre la muestra “Azul Ultramar” del joven pintor aguileño Pedro Juan Rabal. Está exposición reune un total de 17 obras en las que la acción se desarrolla en nuestras costas; desde el trabajo en el mar, hasta escenas más sociales y de ocio como una partida de cartas o la tradición de la Cucaña.
Según Milagros Angelini (Profesora de Teoría del Arte Contemporáneo y Estética de la Modernidad en la Universidad Miguel Hernández), en estas obras se desprenden los ecos de fauvistas como Albert Marquet, o las intensas luminosidades de las pinturas de Sorolla, encontramos un costumbrismo que a pesar de continuar plasmando la tradición de los oficios pesqueros de la zona, como serían las escenas portuarias “La Descarga” o “Remendador”; también propone una actualización de la temática en “La Brisca”, imagen que nos muestra a un grupo de jóvenes – cuyas vestimentas nos remiten al presente- disfrutando de un momento de ocio junto al mar. Es en este punto donde la mirada de Rabal cobra un valor especial, poniéndose de manifiesto su valentía -no sólo en la defensa de una práctica artística en desuso por la mayoría de los artistas de su edad, sino por la revisión de un tema tantas veces abordado y tan difícil de ofrecer interés a un público saciado por los mass media. Estas pinturas son, o así lo siento, una tentativa de revivir un diálogo con la naturaleza que nuestras ocupaciones cotidianas silencian y que es forzoso volver a establecer desde la sensibilidad del artista.
Por su parte Santiago Delgado Escribano (Videoartista),remarca que Rabal crea sus pinturas a través de los procesos de trabajo intensivo, donde la maestría del medio se puede ver de forma explícita como un ritual de exorcismo personal. Sus pinturas se inspiran en una de las varias tradiciones pictóricas del siglo XIX, en la de las obras costumbristas, llenas de un romanticismo sutil en las que el ideal de ‘ Ausencia Cumplida ‘ fue visto como el pináculo . Los lienzos de Rabal realizan una labor de documentación subjetiva desde una sensibilidad de artista, de los acontecimientos y de las formas posibles en que esos acontecimientos pueden ser representado. Al hacer referencia a romanticismo indirectamente Rabal hace también referencia al humor negro y el simbolismo, lo que a menudo le lleva a crear trabajo utilizando tácticas de juego creativo, pero estas tácticas nunca son permisivas, en ellas se puede seguir apreciando el rigor en el uso del color, por poner solo un ejemplo. El juego es un asunto serio: en el juego se aplican normas diferentes que se aplican en la vida cotidiana e incluso objetos cotidianos se someten a una cierta transmutación. Sus obras se caracterizan por el uso de objetos cotidianos en un ambiente de mentalidad de clase trabajadora en la que el reconocimiento juega un papel importante.

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