Remedios para plantar cara a la crisis
Combatir la crisis a base de puntadas, reparaciones de tacón o planchazo limpio: el negocio en las tiendas de costuras, de las lavanderías o el de los zapateros artesanos no se resiente en época de vacas flacas. Al contrario. Ahora más que nunca es cuando se desentierran del cajón viejas prendas en desuso y zapatos arrumbados al fondo del armario.
Así lo ha percibido el zapatero Antonio Munuera, que lleva en el oficio 23 años y ha observado cómo se ha notado un incremento en los arreglos rutinarios de tapas, suelas, correas, hebillas de bolsos… “En tiempo de crisis nos agarramos a todo”, afirma, al tiempo que considera que la calidad de los zapatos ha empeorado en los últimos años, la mayoría de fabricación china.
También tienen más trabajo las tiendas de tintorería y lavandería como Bilardi donde Francisca López sostiene que antes de tirar la ropa de otros años la gente ha optado por traerla al establecimiento, darle un buen lavado, cepillado y planchado y a “estrenar” de nuevo en lugar de comprar. “Sobre todo es ropa de abrigo, chaquetones, prendas de piel y, sobre todo, trajes de boda ”, señala.
Similar es el caso de las diversas modistas consultadas por este medio, que apuntan que se está recuperando ropa que parecía abocada al olvido, como prendas de piel o vestidos de novia. Una de ellas, Carmen Soler, de Tejidos Eyes, sostiene que muchas clientas van a la tienda con ropas que pasan de madres a hijas para hacerles arreglos de cintura y medidas.
“La gente sigue arreglando mucho la ropa, no te creas que se tira, se intenta aprovechar, sobre todo la ropa buena”. En las prendas que más se ha notado este incremento es en los vestidos de boda, dice la dueña de este establecimiento aguileño. “Mientras hacen unos meses se compraban un modelito para cada ocasión, ahora a la gente no le importa usar el mismo traje para diferentes bodas”, apunta.
