La subida del precio del tomate da “esperanzas” al sector

Durante la actual campaña de otoño “se están dando precios que no se veían desde hace cinco años”, apuntan desde Asaja

Alhóndiga

Imagen de una alhóndiga de la localidad

Tras innumerables campañas calificadas de “catastróficas” por los agricultores locales, el sector parece comenzar a “levantar cabeza”.

La actual campaña de otoño, que comenzó el pasado mes de octubre y que se prolongará hasta mediados de febrero, fecha en la que se dará paso al invernadero, se está desarrollando marcada por el optimismo ya que los precios están oscilando entre los 0,75 céntimos y el euro, una situación que, según palabras del presidente de Asaja, José Martínez, “hacía cinco o seis años que no se veía”.

En este sentido, y pese a que el incremento de los precios supone un “respiro” para los agricultores, lo cierto es que aún no se puede hablar de recuperación ya que el sector está demasiado “tocado y son muchas las deudas a las que los agricultores hemos tenido que hacer frente en los últimos tiempos, en los que hemos vendido nuestro producto muy por debajo del precio de coste”, apunta Martínez.

No obstante, el presidente de Asaja se muestra bastante más optimista que en anteriores ocasiones, llegando incluso a afirmar que “si bien no es una recuperación total si que es una realidad que nos anima e ilusiona para continuar”.

Asimismo, desde Asaja califican de “excepcional” la actual campaña ya que lo normal es que los precios hubiesen empezado a caer para recuperarse ligeramente en Navidad, algo que no ha sucedido y que según las perspectivas no ocurrirá, ya que todo apunta a que los precios se mantendrán estables.

En cuento a las causas, tanto para José Martínez como para los responsables de distintas alhóndigas de la localidad, están muy claras, “la importante reducción de la producción tanto a nivel local como por parte de terceros países”.

En este sentido Martínez manifiesta que, en lo que respecta al tomate procedente del extranjero, Marruecos, Polonia y Holanda se han visto obligados a disminuir su producción tras la importante pérdida que supuso para estos países el exceso de cosecha durante el pasado mes de abril.

Además, la producción almeriense se ha retrasado considerablemente y esto también a beneficiado a los agricultores locales.

Finalmente, si a todo esto añadimos el importante número de trabajadores agrícolas que desde hace varias campañas vienen abandonando el sector en Águilas, el resultado es una producción mucho menor y, por tanto, unos precios más competitivos.

En definitiva, una campaña, la actual, que ofrece a los agricultores, ya muy cansados, una esperanza para continuar con una profesión que ha sido durante muchos años el pilar de la economía local.

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