El primer callejero de Águilas


Por Luis Díaz
Águilas es hija de los ilustrados del siglo XVIII. Durante muchos siglos de abandono y de soledades, en 1728 se construye el primer almacén en lo que es hoy la calle Murillo, subiendo al monte del castillo. Era el primer edificio en ese desolado trozo de tierra que forma el istmo entre las dos playas de Poniente y Levante. La antigua torre de las Águilas custodiaba los embarques de barrilla y esparto que salían del fondeadero de su hermosa bahía oriental. Todo comenzó con la visita del conde de Aranda en Junio de 1765 para inspeccionar el flamante baluarte que solo llevaba nueve años en funcionamiento.

El proyecto de repoblar el lugar por el noble aragonés, dio su fruto veintidós años después con la llegada en la Secretaria de Estado de Carlos III nuestro paisano el conde de Floridablanca. Este no hizo nada más que aplicar el proyecto de Aranda y conforme al plano que levantó Ochando y Bodopich, comenzaron a construirse las primeras casas que formarían el comienzo del callejero de la nueva población. Hay que advertir que gracias a la vigilancia del Superintendente y Delegado Regio D. Antonio de Robles Vives, se observó meticulosamente el emplazamiento de las viviendas conforme a esos planos, pues algunos quisieron levantar sus casas de una manera anárquica, cosa que Robles cortó por lo sano. De aquí que las ocho calles que circunda la Glorieta, son las más antiguas de la población, y es un modelo de urbanismo, cuando en otros pueblos las calles más antiguas son dédalos sinuosos y de estrecho paso. Todo un ejemplo del buen hacer de los ilustrados de aquellas calendas.

En Otoño de 1787 Robles Vives recibe un comunicado de Madrid solicitando un padrón de Vecinos del incipiente poblado. Hacía dos años que el Rey Carlos III había ordenado oficialmente la repoblación de las Águilas con el nombramiento de un Alcalde Mayor con jurisdicción de dos leguas de territorio. Por eso en la Villa y Corte estaba interesada en saber la evolución y progreso de la repoblación del lugar, motivo por el cual se hizo este Padrón con fecha 18 de febrero de 1788. En él aparecen no solo las calles que se habían levantado sino también sus vecinos y oficios. Hay que advertir cuando se dice “jornaleros”, se trata de personas que no tienen un oficio concreto, lo que se llamó más tarde braceros, y estos se dedicaban al tráfico portuario, o a las tres fábricas de esparto o a las faenas del campo. Ellos trabajaban en los sitios más duros y eran los más pobres de aquella sociedad.

Sus habitáculos eran muy reducidos porque vivían en una habitación realquilada, con un retrete común en el patio de la casa en donde estaba el fogón de leña que hacía de cocina. Otra cosa era los empleados de Rentas, de posición holgada como también los militares de cierta categoría, los comerciantes y artesanos cualificados como pudieron ser los zapateros, sastres, estanquero, carpinteros, horneros, médico cirujano, sangrador ,boticario, o los llamados oficial de espartería o los mismos patrones del Esparto o de los barcos de pesca. También los labradores gozaban de cierta categoría pues eran propietarios de las 50 fanegas que la Corona les había concedido gratuitamente para roturar esas tierras vírgenes e improductivas. Solían vivir en el casco urbano, pues sus fincas todavía no habían construido sus cortijos.

En este censo que nos ocupa aparece en primer lugar la Plaza Mayor(o Glorieta) con doce vecinos. Solo hay un jornalero (que vivía por supuesto realquilado) y los demás son de oficios distinguidos. Con el transcurso del tiempo esta plaza se llamó de Isabel II; de la Constitución; de la República, y con Franco al terminar la Guerra, Plaza de España. 2º.- Calle de Leonés. (Castelar) Con 20 vecinos En esta calle esquina a la plaza Mayor residía D. Bernardo Alburquerque, caballero gobernador del Castillo, fue la casa en donde impartió muchos años clases D. José Flores, hoy ya derribada. También tenía su domicilio, Ginés Cortés, “Proveedor de Utensilios”. Encargado de suministrar a la tropa de la fortaleza todo lo necesario. Aparecen cuatro jornaleros, de ellos dos hermanos. 3º.- Calle de Floridablanca: Estaba en sus comienzos pues solo aparecen cuatro vecinos de los cuales Mateo S. Fortún como Subdelegado de Marina y su hijo Pedro como Factor del Comercio o patrón de Espartería. 4º.- Edificio de la Real Aduana: Espléndido edificio construido en lo que es hoy el Hotel Madrid, enfrente del Casino. En él vivían en su parte superior 12 familias, todos empleados de Rentas. 5º.- Calle del Castillo (Murillo) En construcción. Tres vecinos, o cabezas de familia. 6º.- Calle de Ochando (Teniente de Navío que levantó el primer plano y vino con Aranda) (Parece ser que hoy es Cassola) 18 vecinos. 7º Calle del rey Don Carlos. Doce Familias o vecinos. En ella se hallaba la Real Posada con su mesonero Pascual de Morales. 8º.- Calle Nueva (Sin título) Parece ser Isabel La Católica. Tres vecinos. 9ºCalle del Muelle.- (Jovellanos) 5 vecinos. 10º.- Calle de Polanco ( Quintana) 10 Vecinos. 11º.- Calle de Aranda (La más poblada) 26 vecinos. 12º Calle de Lara. 12 vecinos. 13. Calle de Meca. Más tarde del Abad por el hermano de Robles Vives, Abad de la Colegiata de S. Patricio de Lorca. Hoy Echegaray. Además en tiempos pasados se le conocía por la calle del Codo. Residían 5 vecinos o familias. Por Fin La Huerta del Consejero Robles Vives, estaba habitada por 12 familias o vecinos. En dicho Padrón Robles apostillaba: La Población se ha llenado repentinamente de gente, de manera que cuantas más casas se hacen más se necesitan, pues apenas ha empezado esta repoblación , cuando cuenta ya con 3.125 almas. Posteriormente se has comprobado que fueron 1592 habitantes los primeros pobladores de Águilas en ese año 1788, y no la cifra dada por Robles. Finalmente señalamos que en las dos primeras décadas del siglo XIX se construyeron las siguientes calles: Calle de los Maromeros (Esparteros); Calle de la Fuente o Cuesta del Caño (Sagasta); Calle Alta de la Fuente. (Cañería Alta); Calle Honda. Después de los Carros y actual Becerra. En el segundo periodo del gobierno constitucional (1821-1823) se cambió el nombre de Floridablanca por el de Mazarrón (¡¡¡), y el título del Rey Don Carlos( Carlos III) por la calle Mayor. Todo un record de Estulticia, como podemos observar también en algunas vías urbanas de la población actual. Algunos títulos no tienen ni pie ni cabeza.

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