Nutrición durante la lactancia… ¿SE PUEDE HACER DIETA DURANTE LA LACTANCIA?

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Un artículo de MARÍA CORONADO // Diplomada en Nutrición Humana y Dietética; y Lic. en Ciencias y Tecnología de los Alimentos

Una de las mayores preocupaciones de muchas mujeres después del parto, es eliminar rápidamente el peso ganado durante el embarazo sin perder el volumen de secreción láctea. Uno de los mitos ancestrales acerca de la lactancia materna, es que la madre lactante no puede hacer dieta para perder peso porque esta “criando” y debe de comer mucho para tener bastante leche, es más, a la consulta han llegado a venir pacientes que tomaban 10 vasos de leche diarios porque su suegra las obligaba.
La leche materna es el mejor alimento que una madre le puede proporcionar a su hijo, aporta la energía y todos los nutrientes que necesita el bebé y provee de los minerales y vitaminas que requiere para su desarrollo durante la primera etapa de su vida. Para que los niveles de estos micronutrientes sean adecuados, la dieta de la madre durante la lactancia debe ser sana y equilibrada, ya que así la mujer toma las vitaminas y minerales que precisan ella y su pequeño y, por eso, los profesionales de la salud recomiendan acudir a los Nutricionistas-Dietistas.
La Asociación Española de Dietistas-Nutricionistas (AEDN), afirma que la alimentación, así como el aporte de vitaminas, durante la lactancia «no debe ser muy distinta a la de otras etapas», puesto que, salvo desnutrición clara, «el estado nutricional de la madre no interfiere en la producción láctea, ni en la calidad de la leche».

Las demandas de nutrientes durante la lactancia son considerablemente más elevadas que durante el embarazo. En los primeros 4-6 meses tras el parto, el lactante dobla su peso, y la leche segregada en los cuatro primeros meses es unos 750ml/día, lo que representa una cantidad de energía de aproximadamente 525 kcal/día. Así se aconseja que la ingesta media de energía sea de 2730kcal durante los seis primeros meses y de 2800 kcal para los siguientes seis. Aún cuando una buena fracción de esta energía proviene de los depósitos de grasa acumulados durante el embarazo, parte de ella ha de ser proporcionada por la dieta ingerida. La composición de la leche materna no depende 100% de la alimentación materna, aunque si hay un estado de desnutrición materna, el volumen de leche segregado disminuye. Entre los nutrientes cuya composición se modifica por la dieta de la madre están los ácidos grasos, el yodo, el selenio y la mayoría de las vitaminas.


Mis recomendaciones para la dieta durante la lactancia, es llevar siempre una alimentación variada, equilibrada y nutritiva:

Comer sin restricciones frutas y verduras frescas, ricas en vitaminas hidrosolubles y minerales.
Tener pocas limitaciones o a diario de legumbres, patatas, féculas, arroz y harinas.
Incluir con moderación los alimentos proteicos como pescados, carnes rojas y huevos.
Alimentarse con poca cantidad de grasas animales; es preferible sustituirlas por grasas vegetales.
Comer de forma ocasional dulces, golosinas y productos de confitería.
Seguir tomando suplementos de yodo: entre 200 y 300 miligramos al día desde el comienzo del embarazo y durante la lactancia.
Mantener la hidratación bebiendo 2 litros de agua diarios.
Evitar bebidas con cafeína como colas, café, té, que puedan alterar al bebé y por supuesto, no tomar bebidas alcohólicas.
Y de esta forma, iremos bajando progresivamente nuestro peso a la misma vez que nuestro bebé gana peso, y de una manera siempre sana y equilibrada.

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