Los niños se convierten en los protagonistas de la Navidad

Un año más, los niños se han convertido en los protagonistas, por excelencia, de las fiestas navideñas. Por esa razón, la mayoría de los actos programados se centran en actividades pensadas para que los más pequeños disfruten de estos entrañables día.

Así, el pasado fin de semana, la plaza de España se convertía en un mágico escenario hasta el que los componentes de la compañía Fábula Teatro llevaron toda la fantasía del cuento La reina de las Nieves. La magistral interpretación que esta compañía murciana hizo del clásico de Hans Christian Andersen supo captar la atención de los numerosos pequeños que fueron testigos de esta historia en la que queda patente, por encima de cualquier otra cosa, el valor de la amistad, capaz de romper incluso los más terribles maleficios.

circoLa jornada del domingo, los pequeños pudieron disfrutar de la cara más humana de la Navidad en el Circo Interactivo organizado por la Asociación Águilas Vida Activa. Una actividad que se desarrolló desde las 11.30 de la mañana con el objetivo tanto de celebrar la Navidad con todos los niños de la asociación como de desarrollar una campaña de sensibilización entre todos los ciudadanos.

Durante toda la mañana todos los niños que se acercaron hasta la Plaza de Robles Vives, transformada en un singular carpa circense, recibieron las explicaciones de cuatro divertidos payasos sobre el manejo de los diábolos, mazas, pelotas, zancos e, incluso, platos chinos. Una actividad que permitió a los pequeños convertirse en auténticos malabaristas.

Esta tarde, los títeres de la compañía cubana Ecoteatro Planeta Cansado centrarán la atención de los niños más menudos con una historia cargada de moralejas en la que Popito, un perro muy vago, terminará por darse cuenta de lo importante que es estudiar y aprender para poder desenvolverse en la vida.

El próximo sábado, el teatro continuará siendo el protagonista de la programación infantil. La compañía El pequeño sastre será la encargada de llevar a escena Pero si no veo nada, una obra dirigida a niños de entre 6 y 12 años que tiene muchas connotaciones de cuento clásico. A lo largo de toda la obra, hay escenas de marionetas con partes de los diálogos cantadas en las que abundan los coros.

En definitiva, una programación navideña pensada para que los niños dejen volar su imaginación.

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