NO PARA TODOS ES NAVIDAD

Hoy, mientras escribo estas palabras, es el día de Navidad. Iba a escribirsobre cualquier otra cosa, pero algo, justo debajo de mi ventana, me hahecho cambiar de opinión. He visto a una persona buscando con desesperación en los contenedores debasura. Antes de abrir el contenedor, he podido apreciar cómo miraba a sualrededor para percatarse de que nadie le veía, sin ser consciente de que yole observaba de forma clandestina desde la comodidad y el confort de micasa, a través de los cristales de mi ventana, empañados por el vapor de lacalefacción. Sí, hoy, aquí y ahora, una persona, no importa si es hombre omujer, ni su edad, ni el color de su piel, ni su raza, una persona digo, me hahecho pensar que no para todos es Navidad. He visto como esta personatrataba de preservar su identidad, seguramente, para de camino, que no seviese alterada lo que para ella puede ser su dignidad como ser humano. He sentido pena, porque hay muchos sitios, en todos los rincones delmundo, en los que no es Navidad, pero más pena de pensar, que esos rincones no están en sitios recónditos, sino aquí, a nuestro alrededor, ennuestras calles pomposas iluminadas con miles de lucecitas de colores,cerca de los restaurantes en los que comemos con ansia hasta reventar, enlas puertas de los grandes centros comerciales donde Papá Noel y los ReyesMagos cargarán toda clase de juguetes para nuestros niños.Con la esperanza de que algún día sea Navidad para todos los sereshumanos en cualquier lugar de la Tierra, Felices Fiestas a los que tenemosla gran suerte de poder disfrutarlas y celebrarlas.

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