El pesimismo marca el inicio del ‘cerco’ en febrero
La pesca de esta modalidad se encuentra en paro biológico desde diciembre
Subasta del pescado en la lonja.
La denominada “pesca de cerco” iniciará su actividad en febrero, tras dos meses de paro biológico, con iguales perspectivas “más bien pesimistas”, según manifestaciones del Patrón Mayor de la Cofradía de Pescadores de Águilas, Ramón Gabarrón. Esta modalidad de capturas iniciaba el cese el día uno de diciembre para reanudar sus faenas a primeros del próximo mes, con “cierta esperanza” por parte de los pescadores de que los caladeros se hayan regenerado lo suficiente para que las capturas sean satisfactorias.
Sin embargo, a juzgar por los datos que ofrecen las flotas de otras zonas costeras limítrofes que se encuentran faenando actualmente, las cifras de capturas se mantienen a la baja. Es por ello que Gabarrón habla de que la situación del sector sigue siendo crítica, y sus reflexiones son poco optimistas, señalando como principal causa de esta falta de materia prima, la contaminación que sufre el Mediterráneo.
La situación del sector sigue siendo crítica, pues los precios no suben y las capturas son insuficientes
Si a esta circunstancia de alarmante descenso de capturas se le suma el bajo precio a que se está vendiendo el pescado, la situación del sector pesquero se agrava a pasos agigantados, con un margen de salida que tanto el Patrón Mayor, como trabajadores en general califican de “inviable” a no muy largo plazo.
Por otra parte, el precio del carburante no termina de estabilizarse a la baja, sino que dentro de las últimas oscilaciones, y al día de hoy se está cotizando a 0,45 euros, siendo una cantidad que los pescadores consideran los suficientemente alta para “no poder sostener los gastos que de la misma se derivan”.
En suma, las mismas condiciones desfavorables siguen pesando sobre un sector ya bastante castigado, si además se tiene en cuenta que los hundimientos de barcos se suceden, quedando una flota muy recortada.
Camino de la reconversión
Aunque los trabajadores del sector albergan ciertas esperanzas de cara a esta próxima primavera, los problemas que los vienen acuciando en los últimos tiempos, están conllevando una importante merma de la flota local, con la consecuente baja de trabajadores, cuyas intenciones giran hacia la reconversión. Sobre todo los más jóvenes se inclinan hacia otras actividades.
