Entrevista: Un rato con Mari Carmen Moreno

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La entrevista más personal de nuestra alcaldesa en el primer aniversario de su investidura
Por ISABEL MARÍA PÉREZ SALAS
https://elblogdeisaperez.blogspot.com.es

Podría remontarme a mi más tierna infancia y ya la recordaría. Sin duda, su presencia en mi vida ha sido, es y será siempre permanente por más kilómetros que nos separen o por más distintas que seamos en nuestra manera de ser o de pensar. Siempre ha estado ahí, silenciosa, trabajadora, paciente…, dispuesta y disponible para sus amigos, en cualquier momento, en cualquier lugar. Siempre ha sido una gran amiga. Y por eso siempre ha tenido mi apoyo incondicional.

Así que, hace unos días, pensé que sería una muy buena idea que los aguileños tuvieran la ocasión de conocer a la mujer que hay detrás de Mari Carmen Moreno, alcaldesa de Águilas. Hoy charlamos con Mamen, esposa, madre, hija, amiga… Hoy charlamos con una mujer que ha luchado, lucha y luchará por mantener a flote aquello en lo que cree. Hoy charlamos con la primera mujer de la historia que preside la alcaldía de nuestro pueblo, cuando se cumple un año de su investidura.

IMPS: ¡Hola Mamen! ¿Qué tal? ¿Nerviosa?
MCMP: ¡Para nada! ¿Cómo voy a estar nerviosa, si me entrevista una amiga?

IMPS: Jaja, pues sí, es verdad. Como ya he dicho en la presentación, hoy vamos a alejarnos un poco de la faceta profesional para charlar de un modo algo más personal, como si nadie pudiera oírnos o leernos… Aunque también haremos un pequeño repaso por este primer año en la alcaldía, claro. ¿Te apetece?
MCMP: Por supuesto que me apetece. Soy la alcaldesa de Águilas, pero soy de carne y hueso.

IMPS: Si echamos la vista atrás, nos encontramos con esos años en los que compartíamos pupitre en el cole mientras nos limpiábamos la cera de las manos en aquel baby de cuadros. ¿Qué recuerdas de esos años?
MCMP: Uf, recuerdo que pasamos unos momentos maravillosos en el Colegio María Inmaculada, al que entramos con tan sólo tres años y donde conocí a las que hoy siguen siendo mis amigas. ¡Eso no lo puede decir todo el mundo! Soy muy afortunada, la verdad. A pesar de que eran otros tiempos, desde el punto de vista educativo, con una educación católica mucho más estricta que la de hoy en día, pasamos momentos estupendos allí. Nos reíamos mucho y compartimos momentos que nunca olvidaré. De hecho, cuando tengo la ocasión de ver a mis antiguas compañeras y pasar un rato con ellas, seguimos recordando miles de anécdotas y seguimos riéndonos mucho de todo aquello.

IMPS: Si tuvieras que volver a vivirlos, ¿qué elegirías: colegio, instituto o universidad?
MCMP: Son etapas distintas, cada una con sus cosas buenas y sus cosas malas. Pero, la universitaria fue una etapa que, además de permitirme poder adquirir una formación superior, algo que le tengo que agradecer eternamente a mis padres por el esfuerzo que hicieron, me permitió aprender a ser independiente como persona y conocer a mucha gente. Con algunos de ellos perdí el contacto, pero, gracias a las redes sociales, los he vuelto a recuperar. Sin duda, nunca olvidaré los años universitarios.

IMPS: ¿Cuál crees que es el ingrediente perfecto para completar una vida perfecta, la cantidad o la calidad?
MCMP: La calidad, sin ninguna duda. Puedes tener mucho de cualquier cosa, pero si lo que tienes no te hace feliz, ni es de una calidad simplemente aceptable, no te servirá de nada.

IMPS: ¿Los sueños se cumplen?
MCMP: No todos, aunque yo no creo mucho en los sueños ni en la suerte. Creo más en la constancia y en el trabajo diario. Todo lo que he conseguido en la vida ha sido a base de trabajo, constancia y esfuerzo. Nunca me ha tocado la lotería, ni nadie me ha regalado nada. Cuando consigues las cosas con trabajo y esfuerzo las valoras mucho más que cuando te las encuentras por el camino o que cuando alguien te las regala.

IMPS: Si no hubieras tenido la oportunidad de dedicarte a la política de manera profesional, ¿qué te hubiera gustado hacer? ¿O nunca hubo otras opciones?
MCMP: Las hubo y las habrá, porque aquí estoy de paso. Eso lo tengo claro desde el primer día. Lo tengo tan claro que, en todos los despachos que he ocupado, nunca he tenido nada personal. Cuando he dejado de ocupar esos cargos, me he ido con lo puesto y, cuando me vaya del despacho que hoy ocupo, me iré exactamente igual.
Antes de dedicarme a la política, trabajé en una empresa privada durante cuatro años y me gustaba mucho el trabajo que hacía. Hace unos ocho años me preparé unas oposiciones de secundaria y saqué una buena nota. Actualmente, soy profesora interina y cuando acabe esta etapa, sin duda, ejerceré mi profesión.

IMPS: Como alcaldesa, tenemos claro que amas a tu tierra y que enarbolas la bandera de Águilas allá donde vas. Pero, ¿dónde te hubiera gustado vivir si hubieras tenido que elegir otro lugar?
MCMP: ¡Uy! Pues mira, solamente viviría en otro lugar por motivos laborales. Y sé que me costaría mucho vivir en un lugar que no tenga costa; poder ver el mar a diario, aunque sea desde lejos, para mí es una bendición. ¡Seguro que tú me entiendes!

IMPS: ¿Perfectamente! Yo echo mucho de menos ver el mar cada día, esa es la verdad, pero, es lo que hay…
Cuando Mari Carmen Moreno se sienta en casa por las noches, los niños se han acostado y todo está en silencio, ¿qué piensa? ¿Sueles hacer un repaso del día?
MCMP: ¡Claro! ¡Más de un repaso! Me resulta muy complicado desconectar, porque son muchas las situaciones que vivo al cabo del día. Siempre llevo algo dando vueltas en mi cabeza. Lo que me resulta más duro es el no poder hacer nada ante situaciones extremas, como cuando hablas con gente que lo está pasando mal, que no tiene trabajo o a que no tiene un techo bajo el que vivir dignamente. Eso lo llevas para casa siempre.

IMPS: Y, normalmente, ¿la sensación es de haber acabado el día, o cada día, con el deber cumplido o hay días descorazonadores en los que todo parece que ha salido mal?
MCMP: No hay ni un solo día en el que no intente hacer las cosas lo mejor posible con el único objetivo de mejorar la vida de la gente, pero, en muchas ocasiones, como en cualquier ámbito de la vida, las cosas no salen como te gustaría. Eso sí, aunque sea duro, no me gusta engañar ni marear a la gente: cuando las cosas se pueden hacer se hacen y cuando hay que decir que no a alguna petición, porque es inviable desde el punto de vista técnico, legal o económico, se dice. Es mejor ir siempre con la verdad por delante.
Hay una cosa que está clara: nadie es perfecto. Yo me equivoco muchas veces y prefiero que me lo digan a que me intenten convencer de que todo lo hago bien, porque eso es imposible. Repito, nadie es perfecto y, cuando uno es capaz de reconocer y asumir sus errores, es ventajoso, ya que puedes ponerle solución, puedes mejorar.

IMPS: ¿En qué sueles ocupar tu tiempo libre?
MCMP: ¡Casi no tengo tiempo libre! El poco que tengo lo dedico a hacer un poco de Pilates, que me va muy bien para la salud, y, por supuesto, procuro dedicarlo a mis hijos y a mi familia en su totalidad. Y haciendo referencia a tu anterior pregunta, aquí hay un ejemplo de calidad: tengo poco tiempo libre, pero lo poco que tengo lo aprovecho al máximo.

IMPS: Imagino que habrás acumulado miles de anécdotas a lo largo de este año, y de todo tipo además. ¿Hay algo que te haya llamado la atención de manera especial?
MCMP: Pues mira, hay una cosa que me sorprende aún. A lo largo de este año he recibido a miles de ciudadanos, y aún me siguen dando las gracias por el mero hecho de recibirlos y escucharlos. Según me dicen muchos de ellos, jamás se les había dado una cita, ni se les había escuchado; nunca habían sido recibidos por ningún alcalde. Eso es algo que me sigue sorprendiendo mucho.

IMPS: En este mundo tuyo, las críticas suelen llegar desde muy diversos sitios. ¿Todas son dolorosas o ha habido algunas que han dolido más que otras?
MCMP: Las críticas que recibe un político van con el cargo, eso está claro, y yo las asumo, como no puede ser de otra manera. Lo que no me gusta es que, en algunos casos, esas críticas llegan acompañadas de mentiras. Afortunadamente, como solemos decir por aquí, “las mentiras tienen las patas muy cortas”, y la verdad, invariablemente, termina aflorando.
Por otro lado, también me he encontrado con esas críticas acompañadas de faltas de respeto y educación. Como ves, hay de todo. Siempre digo que cada cual debe ser responsable de lo que hace y dice; cuando un niño es maleducado se puede corregir, pero con una cierta edad hay cosas que no tienen solución. Además, y aprovecho esta pregunta que me haces, las personas que usan las críticas para encubrir faltas de respeto, deben tener claro que no me faltan al respeto a mí como persona, sino que están faltando al respeto a treinta y cinco mil ciudadanos, porque yo soy la alcaldesa de todos los aguileños y los represento a todos.

IMPS: ¿Se aprende de ellas?
MCMP: ¿De las críticas? ¡Claro que se aprende! Sobre todo, cuando son constructivas y no están dirigidas única y exclusivamente a hacer daño gratuitamente.

IMPS: Primer año al mando del Ayuntamiento aguileño y primeras impresiones. ¿Cómo ves el “Contrato por Águilas” pasado este tiempo?
MCMP: ¡Cumpliéndolo! El “Contrato”, los diez compromisos y las cuarenta y nueve medidas. Pero no soy yo no quién debo valorarme, sería una osadía por mi parte. Nos tienen que valorar los aguileños, cosa que harán dentro de tres años.

IMPS: Y claro, inevitable hacer el balance de este primer año. Cuéntanos…
MCMP: “Intenso”, creo que esa es la palabra más acertada. A lo largo de mi vida política, he tenido distintos cargos en diferentes estamentos, ya que he vivido la política regional, la local y ahora formo parte de la política municipal con responsabilidad de gobierno y puedo decir que ha sido un año intenso, ¡el más intenso de toda mi carrera! Ha sido un año de dedicación exclusiva a Águilas, lo que para mí es un deseo cumplido que vivo cada día con la satisfacción de haber podido poner en marcha medidas que han ayudado a mucha gente.

IMPS: ¿Es duro sentirse observada continuamente?
MCMP: No, estoy acostumbrada, la verdad. Llevo años dedicada a la vida pública y no me resulta incómodo. Para mí, la política municipal significa cercanía. Aunque intente reservarme momentos de intimidad, es muy complicado a veces.

IMPS: ¿Qué es lo que más te gusta de tu profesión?
MCMP: Lo que más me gusta es la cara de felicidad de la gente cuando les ayudas a mejorar su vida. Eso me sigue emocionando; ayudar a un ciudadano a resolver un problema, su problema, ese que es el más grande e importante para esa persona, sigue siendo para mí muy satisfactorio y emotivo. Espero no perder nunca esa sensación de felicidad ante estas situaciones.

IMPS: ¿Cuántas veces durante este año te has sentado y has pensado “no puedo más”?
MCMP: ¡Ninguna! Siempre se puede seguir adelante y salir de situaciones complicadas; yo me considero una mujer fuerte y luchadora. Aunque, no te voy a engañar: hay momentos en los que estás realmente agotada, que sientes ese agotamiento físico y emocional que crees que va a acabar contigo. Pero, luego recuerdo que me han elegido para trabajar por y para mi pueblo y eso es lo que haré hasta el día que deje de ser alcaldesa.

IMPS: La cultura está representada en Águilas en casi todas sus formas, por no decir que tenemos de todas las formas de cultura en mayor o menor medida. Es algo que está en auge y que parece que los ciudadanos reclaman cada día con más ahínco.
MCMP: La verdad es que sí, y me alegra y enorgullece como aguileña. Si hay algo que nos hace mejores personas, y que nos haría mejor destino como municipio, es el nivel cultural. La cultura y la educación deben ir de la mano y debería ser lo más importante de una sociedad moderna y avanzada. El problema muchas veces es que no se valora como debería, ya que no es algo palpable, no es algo que podamos contar, que podamos tocar. El mundo de la cultura, en todos sus géneros, es algo que aún sigue careciendo de importancia para mucha gente. Lo bueno de Águilas es que hay un tejido cultural muy consolidado que posibilita que tengamos una oferta muy variada que hace que incluso vengan a disfrutar de ella ciudadanos de fuera de Águilas, lo que nos enorgullece mucho, porque eso quiere decir que empezamos a ser un referente cultural importante en la zona.

IMPS: Como imagino que sabrás, hay una preciosa iniciativa que pretende recuperar el “Premio de Novela de Águilas”. ¿Crees que esta iniciativa tiene futuro? ¿Conseguiremos celebrar la primera edición de esta nueva era de este precioso certamen en breve?
MCMP: Pues depende. Hay un grupo de personas trabajando intensamente en ello. El problema, como sucede en casi todo, es el económico. Cuando este certamen se celebraba en Águilas hace años, iba apadrinado económicamente por determinadas personas, que hoy en día ya no están. Pero, estoy segura de que, si se consigue la financiación necesaria, verá la luz sin ninguna duda, ya que hay mucha gente trabajando en ello para que eso sea posible.

IMPS: Esperemos que sí, por la parte que me toca… Bueno, pues todo lo bueno se acaba y este agradable ratito llega a su fin, llega el momento de la despedida. No sé si te lo he dicho alguna vez, pero odio las despedidas cada día más. Así que voy a dejar que seas tú quien cierre estas líneas. Adelante, Mamen.
MCMP: Jajaja, bueno, si te empeñas… Pues como bien has dicho antes, se cumple un año de mi investidura, un año intenso de trabajo y de emociones. En cualquier caso, no voy a valorar este primer año de gobierno, ya que creo que sería una osadía, puesto que la valoración la hace diariamente la ciudadanía y eso es lo que importa. El haber llegado hasta aquí se lo debo a mucha gente, se lo debo a los ciudadanos anónimos que me han apoyado y me siguen apoyando. Soy consciente de que nunca se puede contentar a todo el mundo y siempre me gustaría hacer más de lo que hago. Trabajo cada día para llegar a hacer aún más y seguiré haciéndolo. Para mí, es un orgullo ser la alcaldesa de Águilas y poder trabajar por y para los demás. Sin duda, es el cargo de mi vida pública que más me enorgullece haber asumido.

Las viejas amigas suelen despedirse con un abrazo y un beso, de esos sonoros, como los que nos daban nuestras abuelas cuando éramos pequeñas. Así nos despedimos Mamen y yo, Mari Carmen Moreno para los aguileños, que le dieron su apoyo hace ahora un año. “Mucha suerte de todo corazón”, le dicen mis ojos al verla alejarse bajo la sombra alargada de los ficus de nuestra preciosa Plaza de España.

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